NUEVA OBRA DE EDWIN TADEO LAYUG

29/12/2021


 

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En el arte colonial latinoamericano no solo se representan con alas a los ángeles, sino también a la Virgen María y a algunos santos como San Francisco de Asís o San Vicente Ferrer, quienes por sus merecimientos especiales para la iglesia católica, fueron provistos con alas y se les trata como seres casi angélicos.

En el arte europeo también se encuentran algunas de las representaciones mencionadas, pero la abundancia de los seres alados en el arte colonial es impresionante. Por un lado, la popularidad de este tipo de representaciones fue posible gracias a la riqueza de la iconografía angélica en el arte virreinal, por el otro, expertos como Kubiak o Drabarczyk creen que lo que inspiró el desarrollo de la iconografía de las vírgenes y santos alados, fue la posición de la Iglesia en el Nuevo Mundo, evangelizadora, luchadora y triunfadora.

Las vírgenes aladas aparecen en varios tipos iconográficos: la Virgen Apocalíptica (el que nos ocupa), la Inmaculada Concepción o la Virgen del Carmen. La síntesis de la versión apocalíptica y la inmaculista se produjo en las obras de Pedro Pablo Rubens, quien en 1624 pintó una representación de la Mujer Apocalíptica alada. En muchos casos la Virgen María se presenta a los fieles al estilo de una victoria alada, lo que hace alusión a la iconografía triunfante de la época romana.

La figura más reconocida de la Virgen alada es la Inmaculada de Quito. La difusión de este patrón iconográfico se debe atribuir al escultor, pintor y orfebre quiteño Bernardo de Legarda (hacia 1700-1773), el autor de la emblemática imagen realizada para el convento de San Francisco en Quito. La escultura de Legarda tiene muchas versiones, obras atribuidas al mismo maestro, esculturas de taller y copias posteriores, que están en Ecuador, pero también en el territorio neogranadino, Guatemala, Europa y otras partes del mundo.

Como hemos apuntado, en la obra que presentamos del artista filipino Edwin Tadeo Layug, María se alza sostenida sobre una media luna y es mostrada como la Mujer del Apocalipsis, cuyas fuentes iconográficas se hallan en el libro profético de San Juan: "Apareció en el cielo una señal muy grande: una Mujer envuelta en el sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre la cabeza una corona de doce estrellas" (Ap 12, 1) [...] "Fuéronle dadas a la Mujer dos alas de águila grandes para que volase" (Ap 12, 14).

Esta reciente creación del reconocido escultor e imaginero de Filipinas fue expuesta hace unas semanas en el Centro Católico "Cardenal Rufino Santos" de Guagua, en la provincia de Pampanga, a la que también pertenece la ciudad de Betis, cuyo templo parroquial de San Jaime ha promovido su ejecución.

La realización de la Virgen del Apocalipsis ha tomado un año ya que todo ha sido cuidadosamente planeado por su autor. Han participado Christian Layug y Rhen Layug en la supervisión y las alas, respectivamente. Los accesorios han corrido a cargo de Jhunjhun Besana, mientras que Emil Caleon (Borda de Oro) toma parte en el atuendo al ser una imagen de vestir. Posee también pestañas y peluca de pelo natural, esta última según modelos habituales de la zona con la parte superior peinada al centro y la inferior con largos tirabuzones.

 

FUENTES

KUBIAK, Ewa y DRABARCZYK VEL GRABARCZYK, Paweł. "Virgen Alada y los Santos Angélicos en la iconografía del arte colonial latinoamericano", en Los ángeles en el arte. "A la sombra de tus alas", editado por María Cristina Valerdi Nochebuena y Ewa Joanna Kubiak, Puebla, 2014, pp. 137-146.

 

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

 

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