PAN DE ORO
26/06/2006
Luisa Miñana ha dedicado varios años a la investigación en Historia del Arte, formando parte de un equipo investigador que ha publicado trabajos sobre el el retablo aragonés del siglo XVI. Licenciada en Filosofía y Letras y funcionaria del Gobierno de Aragón, Luisa Miñana ha dado el salto a la novela y acaba de publicar Pan de Oro (Mira Editores), sobre los ambientes artísticos de Zaragoza en el siglo XVI.
En esa época, la ciudad se adentra decididamente en el Renacimiento y vive una de sus épocas más prósperas. La novela se sitúa en 1518, cuando, casi a la vez que el nuevo rey Carlos I, llega a la ciudad el escultor italiano, Pedro Milano, de la mano del rico mercader y consejero real, Juan de Lacasa, con la pretensión de triunfar en su arte. Pero pronto surgirá una enconada rivalidad con Damià Forment, el imaginero predilecto de la sociedad aragonesa, que acabará por arruinarle la vida.
Pan de Oro no es en el sentido más estricto una novela histórica. Se trata más bien de una reflexión sobre los avatares de la vida del protagonista, sobre el amor y la amistad, el dolor y la muerte, sobre la pugna por el poder y el predominio, siempre en un entorno en el que los personajes están concebidos como anti-héroes, gente de a pie. Es un relato sobre todo lo que les sucede en la vida a tantas personas a las que aparentemente no les pasa nada. Al mismo tiempo, la novela, situada en el ámbito de los talleres artísticos de la época, intenta introducir elementos de reflexión en torno al hecho creativo, su naturaleza y razón de ser.
Introductor de los modelos italianos en el foco aragonés, cuyo estilo se proyectó hacia Cataluña, Mallorca y Navarra, el valenciano Forment alcanzó gran celebridad con sus trabajos para los retablos de la Basílica del Pilar de Zaragoza (en la fotografía, detalle de La Anunciación), la Catedral de Huesca y Santo Domingo de la Calzada. Su arte dio lugar a una intensa proyección de su escuela a través de varios discípulos y seguidores como Juan de Salas.
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