La última obra del joven escultor e imaginero sevillano Pablo Outerelo es una imagen letífica de la Virgen bajo la advocación de María Santísima de la Aurora, realizada para un oratorio particular de Corral de Almaguer (Toledo).

El sagrado simulacro ha sido modelado en barro cocido (terracota) y policromado al óleo con vejiga, también conocida como "tripilla" o "muñequilla", siguiendo las directrices de la Escuela sevillana de escultura del siglo XVIII, portando en su mascarilla con ojos de cristal y pestañas superiores de pelo natural, y contando con una altura de 110 cm.

El autor presenta a María sonriente, llena de gozo, con sus cejas dibujando un suave arco sobre sus grandes y profundos ojos. La boca, de carnosos y encendidos labios, deja entrever la delicada dentadura modelada en el mismo barro. La policromía, de suaves y nacaradas tonalidades, complementa el cuidado modelado de la mascarilla.

La imagen ha sido ricamente ataviada por Rafael López Tello. En cuanto a sus manos, la derecha cierra ligeramente los dedos, especialmente el índice, en actitud de portar un cetro, mientras que la izquierda se extiende completamente.