El Museo de Santa Cruz de Toledo acoge desde mañana El Griego de Toledo, la gran exposición del cuarto centenario de la muerte de El Greco. Aunque parezca sorprendente, nunca se había realizado una exposición sobre El Greco en Toledo. En el año 1902 se celebró la primera muestra sobre el artista cretense en el Museo Nacional del Prado de Madrid y, desde entonces, la figura del pintor se ha dado a conocer a través de exposiciones en el mundo entero, pero nunca en Toledo, su ciudad.

La mayor muestra jamás realizada de la obra del pintor exhibirá 77 cuadros de El Greco llegados de una decena de países, y otros cinco espacios de la ciudad -los llamados "Espacios Greco": la sacristía de la Catedral, la iglesia y la sacristía del Hospital Tavera, la iglesia de Santo Tomé, el convento de Santo Domingo el Antiguo y la capilla de San José- exhibirán las pinturas que El Greco pintó para ellos y que, cuatro siglos después, todavía se conservan ahí, lo que ofrecerá a la exposición un carácter único e irrepetible fuera de Toledo.

Esta exposición partirá de la actividad de El Greco antes de llegar a España, de Candía -su localidad cretense natal- y Venecia a Roma, con la mirada puesta en su primera formación como maestro pintor en Creta y su paulatina apropiación de los modos occidentales italianos, a la sombra de Tiziano, Tintoretto, Giorgio Giulio Clovio, Miguel Ángel y otros artistas italianos de lienzos o estampas.

El Griego de Toledo pondrá un importante énfasis en su labor como retratista, la única con la que obtuvo fama y el reconocimiento de sus clientes contemporáneos, incluso a pesar de su contraste con el tipo de retrato vigente en la España de Felipe II. Se presentará a El Greco como pintor de imágenes devocionales en España, vinculándose esta actividad con sus estrategias comerciales y su tendencia a la réplica seriada de sus composiciones, así como a la difusión final de las mismas a través de la estampa, medio que le permitía ampliar su oferta y diversificar sus clientes. Además, en España desarrolló sus capacidades escenográficas evolucionando como artista, de pintor a inventor y pintor de retablos complejos y pluridisciplinares en los que diseñaba su arquitectura y sus esculturas, lo cual le exigió un nuevo aprendizaje, transformándolo en un artista plural.

Coincidiendo con la inauguración de esta gran exposición, Toledo ya luce una nueva señalización que permitirá al visitante identificar y recorrer todos los espacios que albergan sus obras (el Museo de Santa Cruz tiene su sede en un antiguo hospital del siglo XVI, situado en el nº 3 de la Calle Miguel de Cervantes) y que quiera ir más allá de este 2014 y dar protagonismo a la relación que mantuvo el pintor con la ciudad.

El cuadro que abrirá la muestra será Vista y Plano de Toledo, que forma parte de la colección del Museo del Greco, en el mismo Casco Histórico de Toledo. Se trata de una pintura delicada en su estado de conservación, pero que se ha podido prestar por la cercanía que hay entre ambos Museos. Otras afamadas obras que se exhibirán en el Museo de Santa Cruz son El Soplón (Museo di Capodimonte), El Caballero de la Mano en el Pecho (Museo del Prado) y Jorge Manuel Theotocópuli (Museo de Bellas Artes de Sevilla).

Entre otras obras, en la Catedral podremos ver el recientemente restaurado Expolio, en el Hospital Tavera el famoso retrato de su fundador, en la capilla de San José el lienzo de su titular y La Resurrección de Cristo con San Ildefonso en el convento de Santo Domingo el Antiguo. La iglesia de Santo Tomé conserva solo una obra de El Greco: El Entierro del Conde de Orgaz, considerada por muchos expertos la mejor de sus creaciones.