SOROLLA Y SUS CONTEMPORÁNEOS

31/10/2009


 

 

La exposición Sorolla y sus Contemporáneos recoge un excepcional conjunto de obras de Sorolla y de algunos de los pintores más destacados del arte español. Las obras, que pertenecen a los fondos del Museo de Bellas Artes de La Habana, constituyen la segunda colección de obras de Sorolla más importante del mundo y suponen la primera ocasión en que la colección de un museo latinoamericano se expone en la ciudad de Huelva.

Muestra las obras del genial pintor valenciano, junto a algunos de sus contemporáneos, nombres clave en la historia de la pintura, como Zuloaga, Pinazo, Rusiñol, Anglada i Camarasa, Julio Vila, Cubells, Manuel Benedito o Gonzalo Bilbao.

La muestra ofrece un acercamiento a la pintura de finales del siglo XIX y principios del XX. Durante este periodo, la pintura europa experimentó un proceso de crisis que algunos estudiosos interpretan como el epílogo de los principios naturalistas establecidos en el Renacimiento y el prólogo a las rupturas vanguardistas del siglo XX. En el caso de España, la producción pictórica estuvo dominada por dos figuras relevantes: Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923) e Ignacio Zuloaga y Zabaleta (1870-1945), dos de los pintores con mayor repercusión fuera de las fronteras españolas y que representaron dos polos estéticos completamente diferenciados.

En torno a Sorolla, quien puede ser homologado internacionalmente con artistas como Zorn, Sargent y Boldini, se alinea un grupo de pintores, en su mayoría valencianos, que realizan una obra de base realista con componentes formales más modernos y con una visión optimista de la vida.

Fue Sorolla quien condujo el luminismo a su punto de máxima eficacia plástica. Su obra es uno de los más destacados epígonos de la pintura tradicional, pero también un hito en el proceso de gestación del arte posterior. Su manera de entender la pintura como recreación de la realidad y su inteligente comprensión del valor pictórico independiente le colocan más allá de la tradición.

 

 

El arte de Zuloaga, más cercano al simbolismo, representa las muy diversas posturas que adoptaron los pintores interesados en la idea como gestora del arte y la reafirmación de una visión histórica y escrutadora del universo español. Una serie de composiciones estructuradas con una fuerte carga simbólica dieron a conocer al pintor vasco como promotor de la imagen negra de España, portadora de costumbres atávicas y opuestas al progreso. Sin embargo, su obra lo que pretende es hurgar con una gran sinceridad en la esencia de lo español en busca de una respuesta a la decadencia nacional a partir de sus propias raíces.

El arte del cambio de siglo no es un estilo histórico, sino una encrucijada por la que pasó para tomar nuevos rumbos y encontrarse consigo mismo. Pero por otra parte, inaugura una observación de diversidad que será mucho mejor aclarada por la post-modernidad, que no por las vanguardias del siglo XX.

La fuerza con que el realismo, aun en sus formas más apegadas a la tradición, resistió el viaje del siglo XX en paralelo con las vanguardias, quizás haya sido la última batalla contra la intolerancia. Ahora está claro que la discusión entre posturas estéticas no es para ganar un trofeo, sino para que la pluralidad dé cabida e instrumentos a toda forma auténtica de arte.

 

 

Hasta el 22 de noviembre de 2009 en el Museo de Huelva (Alameda Sundheim, nº 13) Horarios: martes, de 14:30 a 20:30;
miércoles a sábado, de 09:00 a 20:30; domingos y festivos, de 09:00 a 14:30 horas; lunes, cerrado.

 

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