NUEVA OBRA DE MARCO ANTONIO HUMANES
15/04/2009
La frontalidad de la figura de Cristo, representado ascendiendo triunfalmente a los cielos sobre una nube recubierta de oro blanco, queda contrarrestada por la inclinación de la cabeza hacia el pueblo y el avance de la pierna y el brazo derecho, este último en señal de dar la bendición a los espectadores. En la mano izquierda enarbola la llamada Cruz de la Victoria, símbolo de la derrota de la muerte a través de su sacrificio. El escultor ha tallado una imagen en madera de cedro policromada al óleo (192 cm) con la que desea reflejar la monumentalidad y la gloria de Jesús al salir del sepulcro, no sólo a través del gesto triunfal descrito, sino también mediante un rostro pleno de gozo ante el futuro reencuentro con el Padre y una anatomía poderosa, lejos de toda huella macilenta, que resalta con detalle músculos, tendones y venas. Sólo las cinco llagas de la Crucifixión permanecen como recuerdo de su martirio. Ni siquiera el autor ha imprimido una pátina final que oscurezca en demasía la obra para representarla bajo un halo de esplendorosa luminosidad. Pulsando en el icono, podrán ver una galería fotográfica de este Cristo Resucitado, facilitada por su propio artífice, nacido en el año 1978 en la localidad hispalense de Marchena. La efigie fue bendecida el pasado Domingo de Resurrección en la Parroquia de Santa Catalina de Rute (Córdoba). Como detalles singulares, presenta la cruz cincelada en orfebrería y el escueto sudario sostenido por una cuerda de cáñamo natural. |
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