Finalmente, será Juan Manuel Miñarro López el encargado de restaurar las imágenes titulares de la malagueña Cofradía del Monte Calvario que se han visto dañadas por el fuego.

En declaraciones efectuadas a La Hornacina, Juan Manuel Miñarro ha confirmado que, con vistas a su salida procesional el próximo Viernes Santo, se encuentra actualmente reparando las manos de Santa María del Monte Calvario, cuya policromía había sufrido levantamientos por efecto de las llamas. La Dolorosa era una obra original del siglo XVIII a la que Luis Álvarez Duarte labró nueva mascarilla en los años 70 del siglo pasado y fue posteriormente repolicromada por el propio Miñarro.

Respecto a la talla del Yacente, Miñarro nos ha comentado que su estado es bueno de rodillas para abajo, presentando la policromía totalmente carbonizada en el resto de la escultura y la madera, dañada en algunas zonas hasta unos nueve milímetros de profundidad.

Los propios responsables del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) han sido quienes recomendaron a Juan Manuel Miñarro para la recuperación íntegra de esta escultura, dada su experiencia a la hora de rescatar imágenes gravemente perjudicadas por el fuego. De hecho, el imaginero ha llevado a la hermandad malagueña un cd-rom donde se muestra el proceso de recuperación del Crucificado de la Misericordia, de Los Palacios (Sevilla), quedando los cofrades gratamente impresionados, ya que los daños por el fuego de la efigie sevillana fueron mucho más graves que los que presenta el Cristo de la Paz y la Unidad, llegando incluso a desprendérsele una de las mejillas del rostro.

En cuando a la Virgen de Fe y Consuelo, en palabras de Miñarro "la terracota con la que está modelada la cabeza podría haberse quebrado como consecuencia de las altas temperaturas, sin embargo el soporte y el modelado original han resultado ilesos". La policromía y la preparación, en cambio, han desaparecido, por lo que el escultor guarda la idea de reproducir la encarnadura original basándose en la que muestra las primitivas manos entrecruzadas de la Virgen, que aun conserva.

Estas dos últimas tallas llegarán en un plazo máximo de dos semanas al taller de Juan Manuel Miñarro, donde se iniciará un largo y laborioso proceso de restauración de cara a la Semana Santa del año 2007.