CONFIRMADA LA AUTORÍA DEL MÁRMOL UBETENSE DE MIGUEL ÁNGEL
26/06/2013
Cerca de ochenta años después de su destrucción, el Opificio delle Pietre Dure de Florencia ha restaurado la imagen de San Juan Bautista Niño o San Juanito que procede de la Sacra Capilla del Salvador de Úbeda, una pieza marmórea que fue atribuida por el historiador Manuel Gómez Moreno en el año 1930 al maestro italiano Miguel Ángel Buonarroti y resultó muy dañada durante los disturbios de la Guerra Civil. La atribución de Manuel Gómez Moreno fue retomada y apoyada por el catedrático Francesco Caglioti, de la Universidad Federico II de Nápoles, uno de los mayores expertos en escultura italiana del Renacimiento, quien finalmente ha confirmado que se trata de una creación juvenil de Miguel Ángel basándose en los nuevos estudios realizados a la obra, también estilísticos, iconográficos y documentales. Se cumple así el gran deseo de recuperar la escultura por parte de su propietaria, la Fundación Cultural de la Casa Ducal de Medinaceli, quien ha colaborado estrechamente con el Opificio delle Pietre Dure para tan ansiado resultado. Hay que tener en cuenta que, durante mucho tiempo, los fragmentos conservados estaban muy lejos de cualquier debate crítico, a pesar de la atribución existente al maestro florentino y la gran calidad artística de un San Juanito realizado entre 1495 y 1496 para Lorenzo di Pierfrancesco de Medici, que acabó siendo propiedad de Francisco de los Cobos, secretario del emperador Carlos V y mecenas del templo ubetense del Salvador con el fin de utilizarlo como panteón del palacio que poseía en su Úbeda natal. |
La primera noticia sobre esta efigie de 130 cm de altura, que representa al santo con 10 años de edad, fue registrada por Ascanio Condivi en la biografía de Miguel Ángel, que data de 1553 y fue redactada bajo el visto bueno del artista. La segunda estuvo a cargo de Giorgio Vasari, en sus célebres Vidas (1568). La recomposición de los pocos fragmentos que quedaban de la escultura no solo representó un momento único de reflexión crítica, sino también un gran desafío para el conservador; de hecho, las 17 piezas recuperadas no permiten el retorno de la obra en su totalidad. El uso de las tecnologías digitales de escaneo tridimensional, aplicadas en los últimos tiempos para la realización de copias de obras de arte, ha permitido el montaje de los fragmentos a través de un modelo virtual que permite determinar la posición exacta de los mismos. |
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