En esta ocasión se trata de una escultura para vestir de la Virgen con el Niño, contando el conjunto con una altura de 127 cm. Juan Bautista Jiménez toma como referencia obras del pintor francés William Bouguereau (Cabeza de joven) y del escultor español Mariano Benlliure (La virgen blanca, El primer paso).

La ejecución de esta obra comenzó en octubre del pasado año 2015 con destino a un templo parroquial de la ciudad de Almería. Pese a que este encargo fue cancelado hace unos meses, la efigie fue concluida por el joven artista pontanés, afincado en Sevilla, ya fuera de pedido.

La Señora muestra un clasicismo muy refinado y sensual, observando con aire melancólico al Niño que, revoltoso y con una cinta en sus rizados cabellos, intenta agarrar las flores que la Madre sujeta junto al rosario en la mano derecha. A la hora de labrar el cabello de la Virgen, liberado de cualquier toca o velo, Jiménez se inspira en una creación de 2008 del estilista Robert Ramos, quien partiendo de los clásicos recogidos griegos, crea una corona de trenzas que parte de la frente y acaba en un moño bajo.

La imagen fue presentada públicamente el pasado jueves 26 de mayo, con motivo de la celebración del Corpus de la capital hispalense, por cortesía de la Asociación Cultural-Cofrade Consuelo y Esperanza (Sevilla Este), siendo ricamente ataviada para la ocasión por Pedro Gómez.

Entre los proyectos del autor se encuentra su proyecto de mayor envergadura hasta la fecha: el grupo escultórico que representa la Sentencia de Jesús para la franciscana hermandad cacereña de Salud y Estrella (boceto en las imágenes inferiores), formado por siete tallas vestideras en madera de cedro policromada al óleo.