Jesús Nazareno para la Cofradía del Via Crucis del templo de San Francisco de Asís, en Mahón, tratándose de un Cristo en madera de cedro (180 cm) con la cruz al hombro y anatomizado en buena parte, exceptuando los brazos articulados. Presenta ojos de cristal artesanales, fundas dentales y corona de cuerda encolada. Se aplican carnaciones verdosas con entramados de pátina en tonos tierra para crear así un efecto añejo.

Esta creación del reconocido escultor e imaginero se representa en actitud itinerante, con gran precisión anatómica y expresiva en su dramática andadura hacia el monte Calvario. Es obra realizada para procesionar cada Domingo de Ramos por las calles de la capital de Menorca. Su concepto toma de referencia distintos cristos de la escuela de imaginería clásica andaluza -en especial los modelos granadinos, destacando los de la saga artística de los Mora- con intención de imprimir un sabor más tradicional.

La galería fotográfica incluye instantáneas del proceso de ejecución y del acto de presentación y bendición de una imagen que lleva potencias de metal pulido cinceladas en los talleres de Adán Jaime. En el pecho, a la altura del corazón, presenta una ventana con un exvoto, este último también en metal pulido y obra de Antonio José Pérez. Asimismo, se le han confeccionado dos juegos de túnicas por la firma Pérez de Padilla.