La Hermandad de los Ferroviarios de Granada presentó la nueva obra de Santa María Magdalena el pasado 28 de marzo, en un acto íntimo presidido por el consiliario de la corporación Antonio Gutiérrez, siendo apadrinada por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Rescate de dicha ciudad andaluza.

La imagen se estrenó el Viernes Santo granadino siendo concebida para formar un conjunto escultórico junto al Santísimo Cristo de la Buena Muerte. Se basa en el pasaje bíblico de San Marcos (Marcos 15, 37-41):

37 Mas Jesús, dando una grande voz, espiró.
38 Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de alto á bajo.
39 Y el centurión que estaba delante de él, viendo que había expirado así clamando, dijo: Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios.
40 Y también estaban algunas mujeres mirando de lejos; entre las cuales estaba María Magdalena, y María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé;
41 Las cuales, estando aún él en Galilea, le habían seguido, y le servían; y otras muchas que juntamente con él habían subido á Jerusalem.

De esta manera se representa el momento íntimo en el que Santa María Magdalena tras ver morir a Jesús en la cruz, arrodillada y girando su cabeza inicia un llanto sereno tras ver la escena. Su brazo derecho cae para que su mano señale el Cáliz que reposa sobre el Gólgota, en simbología de la sangre derramada por Cristo; mientras que su mano izquierda se eleva hacia su pecho acompañando su sentimiento de dolor.

Esta imagen de José María Hurtado rompe con la popular representación de María Magdalena que mira directamente a Cristo. Pasa a ofrecernos una visión cargada de mayor simbolismo y teatralidad, para así recuperar un lenguaje más propio del Barroco tal y como ocurre en la Hermandad de la Vera Cruz de Salteras (Sevilla). Dicha corporación posee una valiosa representación de Santa María Magdalena, cuyas características escultóricas la sitúan en el siglo XVII dentro del círculo de Pedro Duque Cornejo o Luisa Roldán.

La nueva talla ha sido realizada en madera de cedro y policromada al óleo, siendo una imagen de tamaño natural concebida para vestir. La obra el resto del año permanece al culto en la parroquia de San Juan de Letrán junto al Cristo de la Buena Muerte y para ello se le adapta una devanadera para que simule estar de pie.