Esta escultura de San Juan Bosco, realizada por el artista palmerino para la capilla de la Casa Salesiana de Huelva, desarrolla la iconografía del venerado sacerdote como educador y protector de los niños.

En este caso, no muy frecuente, Don Bosco aparece con alumnos de ambos sexos. Ello se debe al deseo del colegio onubense de simbolizar con ellos las dos fundaciones del santo en vida: la Asociación de San Francisco de Sales y el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora -ésta última llevada a cabo junto con Santa María Mazzarello-, dedicadas al cuidado y atención de muchachos y muchachas, respectivamente.

Los niños alrededor del santo le muestran cariño y confianza. La figura es de tamaño natural (unos 160 cm con la peana de madera) y ha sido labrada en un único bloque de resina de alta calidad policromada.