Imagen de sayón flagelador que recrea a un funcionario con rasgos otomanos, en actitud flagelante. Esta última creación del escultor y restaurador Pablo Lanchares, realizada enteramente en madera de cedro, busca la tensión y las diagonales como recurso dinámico. La obra presenta una policromía al óleo que pretende conseguir una unidad con el Cristo que acompaña, de tal forma que el conjunto luzca con la mayor armonía posible.

Precisamente dicho Cristo Atado a la Columna ha sido restaurado por Pablo Lanchares previamente a la presentación del sayón. Ambas obras estarán expuestas durante la Cuaresma, y hasta su salida procesional el próximo Miércoles Santo, en la emblemática parroquia de San Pedro de Gijón. En esta misma página les ofrecemos instantáneas del Flagelado una vez restaurado por Lanchares.

El Cristo presentaba una policromía poco estable que enmascaraba un mal estado de la obra tanto en estructura como en superficie pictórica, debido principalmente a un poco adecuado estado de conservación durante un periodo prolongado de tiempo. La intervención aseguraba la estabilidad estructural de los ensambles y una nueva peana para solucionar una serie de tensiones en los calzos.

Por otro lado la policromía del Cristo se ha reinterpretado partiendo de la base cromática que aún conservaba la imagen debajo de la intervención de 2005, y se ha imitado dotando a la nueva capa pictórica de un grosor y una estabilidad que permita la durabilidad en el tiempo y recuperar en el mayor grado posible el aspecto original.