NUEVA OBRA DE JOSÉ MARÍA LEAL BERNÁLDEZ
Juan Manuel Moreno Orta (31/12/2009)
La iconografía mariana en nuestra tierra cuenta con algunos de los mejores exponentes de su género. Dentro de ese abanico destaca la representación de Santa María en los momentos de la Pasión de su Hijo. La obra que hoy presentamos es un excelente reflejo de lo que comentamos. José María Leal Bernáldez (Sevilla, 1978), ha creado en su taller hispalense de la calle Pedro Niño una nueva obra, la cual destaca sobremanera dentro de su producción. Se trata de una Dolorosa destinada a la devoción particular.
La Mater Dolorosa se ha concebido estante, con la mirada al frente, llorosa (siete lágrimas de cristal surcan sus mejillas, recordando al fiel que la contempla los Siete Dolores que Nuestra Señora padeció en su vida), su boca entreabierta nos deja ver los dientes tallados, en el labio inferior adivinamos el tiemblo del llanto que el artista nos ha insinuado al concebir esta imagen. La escultura nos hace ver el momento de exhalación o de suspiro, con el que el alma intenta encontrar consuelo ante tanto dolor que la traspasa (el autor hace suyas las palabras proféticas del anciano Simeón y nos regala los sentidos con una Dolorosa espléndida).
Hemos de considerar que Leal Bernáldez no ha sucumbido al, tan en boga, “reflejo extremo del llanto humano”, sino que nos muestra a la Santísima Virgen recogida, con un lloro sereno, sin necesidad de ese pathos que aparece habitualmente en gestos crispados y manos atenazadas. Siguiendo los cánones de nuestra mejor tradición imaginera, la Virgen se mantiene fuerte durante toda la Pasión de Cristo.
Las manos se muestran abiertas, con leves flexiones de los dedos carnosos y femeninos, con el anular y el corazón mas juntos, lo cual denota sensibilidad y delicadeza, y nos recuerda el autor el vínculo de la Madre con Dios Padre. Una se acerca al rostro para enjugar el llanto, la otra baja hacia el orante y el pueblo fiel para que podamos asirnos a ella y, a través de su intervención, ser llevados junto al Padre, la Madre se nos muestra como Corredentora.
La talla, de candelero para vestir, mide 168 centímetros de altura y está realizada en madera de cedro, siendo policromada al óleo. Es en este ámbito, en el del colorido, donde vamos a apreciar un sustancial cambio entre la producción anterior de José María Leal y la imagen que nos ocupa. La paleta de colores se ha enriquecido abundantemente, surgiendo el uso de nuevos tonos, destacando de entre todos ellos los variados tipos de rojos.
Sustancialmente nos encontramos ante un modelo distinto de Dolorosa en la producción del joven, pero fecundo, José María Leal. Si en el año 2007 nos sorprendía con la Virgen del Rosario (Hermandad de los Remedios de Moguer, Huelva) y hubo un punto y seguido frente a sus otras Vírgenes, como ejemplo reseñamos la también moguereña Virgen de la Paz del año 2005 (Hermandad de la Veracruz), la cual fue su primera incursión mariana pasionista, ésta Dolorosa que hoy se presenta es un punto y aparte en su interesantísima obra religiosa. Esta Imagen es una Omega dentro de la obra de Leal, pero a la misma vez nos encontramos con una Alfa muy prometedor, toda vez que vemos claramente una imagen mucho más personal, mas propia, mas “meditada” en las largas y reflexivas horas de taller, en las que el Maestro se encuentra mas a sí mismo y a su obra.
La producción de José María Leal se enriquece sobresalientemente con esta imagen de Dolorosa. Vemos como ha roto con su obra anterior, y ha creado una obra escultórica de primer orden, en la cual vemos definido a un imaginero nuevo, a un Leal generador de tipos y de ideas, sencillamente vemos claramente la maestría. Diríase que estamos ante la aparición de una solera imaginera, la cual ha bebido de grandes vinos y ha originado un producto nuevo, único y esencial para entender la nueva hornada de imagineros y escultores. Desde hoy, hemos de tener en cuenta, aún mas que antaño, a José María Leal, de sus manos están saliendo obras que van a marcar un antes y un después en la producción de escultura religiosa de todo el panorama.
Pulsando en el icono que encabeza la noticia, podrán ver más fotografías de esta Dolorosa del Valle para la localidad sevillana de Lebrija. En las instantáneas, contemplamos a la Santísima Virgen vestida por José Manuel Azuaga y Alfonso Verde, con prendas bordadas por ellos mismos en su taller de Salteras (Sevilla).
Nota de La Hornacina: Juan Manuel Moreno Orta es Licenciado en Historia.
www.lahornacina.com