Esta creación de la escultora e imaginera sevillana es una libre interpretación de la imagen granadina de Nuestro Padre Jesús del Rescate, obra atribuida a Diego de Mora (1718) -hermano del famoso artista bastetano José de Mora-, que recibe culto en el templo parroquial de Santa María Magdalena. Ha sido realizada para la colección particular de José Peinado Guzmán, del municipio de Montefrío (Granada).

Del Señor de Rescate, cuya autoría han vinculado también los expertos a José Risueño y Agustín de Vera, toma principalmente el tamaño del natural, la actitud itinerante, el modelado de la barba, la fuerte contusión del pómulo izquierdo, los finos hilos de sangre y la resignada inclinación de la cabeza hacia la derecha.

Las manos de la artista se dejan sentir sobre todo en el modelado del rostro, más alargado y anguloso, con los arcos supraciliares bastante marcados, como es su costumbre. Se observa también un mayor abatimiento en la expresión, mostrando los labios abiertos y los ojos muy entornados, así como unas carnaciones trigueñas, menos pálidas que las del popular icono procesional del Lunes Santo de Granada.

Muy acertadamente, lleva la peluca de pelo natural que antiguamente lucía el Señor del Rescate -actualmente presenta una peluca en cobre cincelado de José Navas Parejo (1928)-, pues la talla granadina se inspiró a su vez en el modelo del Medinaceli venerado en Madrid, una efigie de la escuela sevillana del siglo XVII.

La última obra de Lourdes Hernández Peña estará expuesta del 6 al 9 de diciembre en el templo conventual sevillano del Santo Ángel (Calle Rioja, 23), regentado por los Padres Carmelitas Descalzos. Será entonces cuando la presente publicación se amplíe con una galería fotográfica del nuevo Cristo para Montefrío.