Patrimonio Nacional y el Museo de Historia de Madrid, dependiente del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, celebran con Atocha, quinientos años de historia de Madrid los cinco siglos que han transcurrido desde la cesión de la custodia de la imagen de Nuestra Señora de Atocha a los monjes dominicos y la construcción del convento en el lugar que ocupaba la ermita-santuario.

El 10 de julio de 1523 se firmó la escritura de cesión de la ermita de Nuestra Señora de Atocha por la abadía de Santa Leocadia de Toledo a favor de los frailes de la Orden de Santo Domingo, con el fin de establecer a las afueras de Madrid un nuevo convento con esta advocación mariana.

En estos 500 años, este convento ha pasado por diferentes etapas, tanto arquitectónicas como históricas, todas ellas muy relacionadas con la corona y la ciudad. La exposición nace, así, con el propósito de mostrar a todos sus visitantes, la historia de esta advocación y, sobre todo, de su relación con la ciudad de Madrid.

Inaugurada hoy miércoles 11 de octubre en el Museo de Historia de Madrid (Calle Fuencarral, 78), la muestra permite descubrir la historia y evolución de la Real Basílica, y su estrecha relación con Madrid y con la monarquía, a través de una veintena de piezas. De pequeño tamaño, tiene dos partes: en la planta baja del museo (salas del siglo XVII) se explica la historia del edificio conventual y su evolución, y en la segunda planta (salas del siglo XIX), se nos ilustra sobre la relación de la monarquía con la Virgen de Atocha, relación que continúa hasta hoy en día.

La Virgen de Atocha es considerada la patrona de la realeza española. Su vinculación con la Corona se remonta al reinado de Felipe II, que visitaba el santuario antes y después de cada batalla. Felipe III fue quien puso bajo su patronato real la iglesia y el convento de Atocha, y Felipe IV el monarca que la proclamó protectora de la familia real y de la monarquía española. Isabel II, tras salir ilesa de un atentado, mandó fabricar con sus joyas dos coronas de brillantes y topacios, con rostrillo y resplandor a juego, como ofrenda a la imagen.

La actual imagen de Nuestra Señora de Atocha es la escultura mariana más antigua que se conserva en la ciudad de Madrid. Por sus rasgos estilísticos se podría fechar en el siglo XIII. Mide unos 60 cm, y es de madera policromada. Durante muchos años se vistió con mantos y las joyas que los monarcas y otros fieles regalaban a la basílica, ocultando la escultura original. Así se sigue haciendo cuando algún miembro de la Familia Real visita el templo, vistiendo a la talla con un manto regalo de Isabel II y con los medallones del Toisón de Oro y la Orden de Carlos III. La Virgen aparece sentada, y sostiene a Jesús sobre la rodilla izquierda, representando a María como Trono de la Sabiduría.

Gracias a la inestimable colaboración del Museo de Historia de Madrid, Patrimonio Nacional y los Frailes Dominicos de Nuestra Señora de Atocha, se podrán admirar hasta el 11 de febrero de 2024, de martes a domingo de 10:00 a 20:00 horas, objetos que nunca han sido expuestos y de gran importancia artística e histórica. La entrada es gratuita.

La muestra exhibe más de una decena de piezas procedentes de las Colecciones Reales, entre platería, textiles, obra pictórica, etcétera. Entre todas ellas, destaca una Custodia del año 1859, de plata dorada con piedras preciosas, regalo también de la reina Isabel II (imagen superior). La Custodia se ha restaurado en los talleres del Palacio Real de Madrid, donde se ha recuperado el sello del platero que la fabricó.

Dichos talleres también se han encargado de la restauración de varios textiles que forman parte del ajuar de la Virgen de Atocha. Entre ellos, un manto que utilizó la reina María Cristina en su boda y un vestido de María de las Mercedes que Alfonso XII regaló a la Basílica de Atocha tras su fallecimiento.

También se expone el "Libro de fundaciones y donaciones hechas a la imagen de nuestra señora de Atocha", que reúne una compilación de los regalos recibidos entre 1523 y 1883 y que procede del Archivo General de Palacio.

Por la relevancia del tema dentro de la historia de la ciudad de Madrid y la categoría de las piezas, Atocha, quinientos años de historia de Madrid es una  gran exposición, pues, aunque su tamaño sea pequeño, su contenido es un excepcional homenaje a una importante y popular devoción entre los madrileños a lo largo de los siglos.