MARIANO SALVADOR MAELLA. MÁS ALLÁ DE CERRALBO
26/08/2024
El proyecto Obras de paso propone nuevas lecturas en torno a las colecciones del Museo Cerralbo (Calle Ventura Rodríguez 17, Madrid), estableciendo lazos y colaboraciones con otras instituciones. Estas obras, expuestas en el Recibimiento de Verano del Piso Entresuelo durante todo un trimestre, permiten crear relaciones con el palacio, el momento social y cultural en el que vivieron el marqués de Cerralbo y su familia, las nuevas tendencias pictóricas, los gustos de los coleccionistas españoles o el mercado del arte en ese periodo, entre otros aspectos. Las obras elegidas para este segundo ciclo, Más allá de Cerralbo, establecen un doble diálogo cultural y artístico relacionado con la formación del marqués como coleccionista de bellas artes y la configuración de su colección. Desde el punto de vista cultural, las obras pertenecen a instituciones con las que el marqués tuvo relación en vida y cuyas colecciones pudieron servirle de inspiración a la hora de conformar la suya. En la perspectiva artística, sus autores están presentes en el palacio de los Cerralbo, pero con temáticas totalmente diferentes a las suyas, estableciendo contraposiciones muy enriquecedoras. La visita del "Frutero" de Frans Snyders, perteneciente al Museo Nacional del Prado de Madrid, permitió conocer la huella que la pinacoteca dejó en el marqués de Cerralbo y la relación que éste mantuvo con algunas de las personas vinculadas a ella, como Pedro de Madrazo. La obra de la colección Cerralbo, "Puercoespines y Víboras", pintada por Snyders y expuesta en el Comedor de Gala, refleja el interés de Enrique de Aguilera en la pintura flamenca del siglo XVII, concretamente en la denominada Escuela de Amberes. La segunda obra del ciclo es "Salomé" (copia de Guido Reni) del Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid). La relación del marqués de Cerralbo con esta institución fue el culmen de una vida dedicada al estudio y la investigación y pone de manifiesto su gran conocimiento en el ámbito de las bellas artes. Fue realizada por Mariano Salvador Maella (Valencia, 1739 - Madrid, 1819), artista nacido en Valencia y formado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con el pintor Antonio González Velázquez, quien le transmitió un estilo basado en la estela italiana de Corrado Giaquinto, uno de los máximos exponentes del estilo rococó. Al igual que su maestro, Maella se trasladó a Roma becado por la Academia para continuar con su formación, copiando obras de estilo barroco clasicista de artistas como Guido Reni, Carlo Maratta o Il Guercino. Al regresar a España, Maella se encontró con un panorama de renovación estilística y pictórica con motivo de la presencia en la corte del pintor Anton Raphael Mengs (1728-1779), quien había traído el neoclasicismo a España. Esta corriente se basaba en la recuperación de los modelos de la antigüedad a través del estudio de las reglas de la perspectiva, el equilibrio o la mesura que plasmaban a nivel arquitectónico y en la representación del canon de belleza, inspirado la estatuaria clásica. Las obras teóricas de Mengs, unidas a los tratados del arqueólogo Johann Joachim Winckelmann (1717-1768), configuraron un lenguaje que fue la base para la creación artística de toda una generación de pintores entre los que se encontraban Maella y Francisco Bayeu (1734-1795. Estos artistas protagonizaron una renovación que apostaba por una práctica alejada de las composiciones grandilocuentes, abigarradas y dramáticas del barroco para dar paso a un equilibrio formal y pictórico acorde al momento ilustrado de Europa y, por ende, de España. En este cambio, el papel de la Academia fue fundamental, escogiendo a ciertos artistas para costear sus estudios y formación en ciudades como Roma y, posteriormente, París, para traer las novedades europeas a la práctica española. Muchos de ellos, además, se convertirían en profesores, proyectando sus aprendizajes en sus alumnos y prolongando su estela a través del cauce académico. Maella fue uno de los pintores más prolíficos de finales del siglo XVIII. Sus composiciones alcanzaron gran fama en la época, a la luz de los importantes encargos que realizó y la impronta que dejó en diversos artistas. Fue nombrado Pintor de Cámara durante el reinado de Carlos III y Carlos IV, realizando retratos de la familia real y decorando residencias como el Palacio Real de Madrid, El Escorial o el Pardo. También cultivó la pintura religiosa en espacios como la Catedral de Toledo, la capilla de San Francisco de Borja en la Catedral de Valencia, donde coincidió con Francisco de Goya, o en San Francisco el Grande de Madrid. Además de un gran dibujante, también realizó cartones para tapices para la Real Fábrica de Santa Bárbara, donde trabajó con Francisco Bayeu y Goya. Su influencia e importancia le llevaron a realizar tareas docentes en la mencionada Real Academia, de la cual llegó a ser su director entre 1795 a 1798. Precisamente en ella se conservan en la actualidad trece dibujos y doce lienzos de este artista, entre las que se encuentra esta "Salomé", copia de Guido Reni. La obra original de Reni (imagen inferior), hoy en la Galería Nacional de Arte Antiguo de Roma, formaba parte de la decoración del Palazzo Corsini, construido en el siglo XV para la familia Riario y, posteriormente, residencia de Cristina de Suecia. Maella copió la obra cuando estuvo pensionado en Roma como parte de su formación, desde donde la envió a España en 1761. |
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