SOROLLA Y ANDALUCÍA
Enrique Varela Agüí (16/11/2024)
María la guapa 1915 |
Joaquín Sorolla, pintor infatigable, viajero pertinaz, hombre curioso, cosmopolita e inquieto, fraguó un estilo de vida propio marcado por el constante deambular. A lo largo de toda su vida recorrió el mundo que tuvo a su alcance de manera constante. Y siempre la pintura fue el principal motor de sus desplazamientos. Sorolla gustaba de pintar al natural, era un pintor plenairista, y esta actitud ante la pintura comportaba desplazarse, viajar y plantar el caballete y el lienzo ante el lugar o la escena que quería representar. No era un pintor que gustara de trabajar en el estudio, era un pintor de acción. De las innumerables localidades que Sorolla visitó (y pintó) en nuestro país, sin duda Andalucía ocupó un lugar muy destacado. Entre los años 1902 y 1918 Sorolla realizó continuos y numerosos desplazamientos por tierras andaluzas que le llevaron por las provincias de Málaga, Granada, Sevilla, Huelva, Córdoba, Cádiz, tanto por sus ciudades como por sus pueblos. La fascinación por sus paisajes, la admiración por sus monumentos, el interés por sus gentes y sus costumbres quedó reflejada en un importantísimo número de obras inconfundibles de las que en la exposición Sorolla y Andalucía presentamos una pequeña pero significativa muestra de cómo Andalucía captó la atención y la admiración de Sorolla. Frente a sus clásicas representaciones marineras o las optimistas pinturas de playa que pintó a la orilla del mar en su Valencia natal o sus escenas del veraneo elegante en el Cantábrico, en el sur de España Sorolla realiza una producción más variada y lírica en todas sus manifestaciones. |
La Caleta, Málaga 1910 |
La diversidad e intensidad de lo representado por el pintor se manifiesta, por ejemplo, en la monumentalidad sobrecogedora del paisaje de la Alhambra de Granada con Sierra Nevada al fondo, en el silencio intimista de los jardines de los Reales Alcázares de Sevilla, en el jaleo de sus cafés cantantes o la belleza racial de sus bailaoras, en la solemnidad de sus procesiones de Semana Santa o en la belleza de la costa de Málaga. El mundo del trabajo, del ocio, de la fiesta, de la religiosidad popular... Sorolla en Andalucía se impregna de todo cuando ve y lo pinta todo. Siempre desde su inconfundible y magistral estilo donde la luz ocupa un lugar primordial. Pero el impacto de Andalucía en la personalidad del artista no solo quedó memorablemente reflejado en su pintura. También lo visto, lo vivido y lo representado por Sorolla durante esos continuos viajes por ciudades, pueblos y comarcas andaluzas enriqueció el gusto personal del artista y, en cierta medida, envolvió su existencia. Así, en su propia residencia de Madrid -que el pintor construyó en los mismos años en los que viajaba al sur- la presencia de Andalucía se manifestó de una manera muy personal y evidente. Desde la configuración de los jardines de su casa, que diseñó con clarísimas influencias de los jardines palatinos sevillanos y granadinos (Reales Alcázares, Alhambra y Generalife), pasando por toda una panoplia de referencias estéticas y por el coleccionismo de objetos arqueológicos, botánicos, etnográficos y artísticos procedentes del sur de España, que Sorolla atesoró con esmerada pasión y que embellecieron y acompañaron su existencia a lo largo de los últimos años de su vida en su residencia madrileña. La exposición Sorolla y Andalucía del Museo Carmen Thyssen Málaga, comisariada por Enrique Varela Agüí, se enmarca dentro de la programación oficial de la conmemoración del centenario del fallecimiento del pintor valenciano Joaquín Sorolla. Dirección y horarios: Plaza Carmen Thyssen, Calle Compañía 10. Martes a domingo de 10:00 a 20:00 horas, lunes cerrado (excepto festivos). |
Bailaora flamenca 1914 |
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