NUEVA OBRA DE RAFAEL MARTÍN HERNÁNDEZ
29/01/2019
La efigie de Nuestro Padre Jesús Soberano en el Abandono de sus Discípulos, realizada para la Parroquia de San Isidoro del Campo y San Geroncio de Itálica, del municipio sevillano de Santiponce, representa a Cristo siendo conducido al tribunal del Sanedrín, tras ser prendido en el Huerto del Getsemaní. Tallada en madera de cedro y con una envergadura de proporciones reales (mide 184 cm de altura), está concebida completamente anatomizada, portando un sudario tallado, ceñido a su cuerpo. Su encarnadura se halla realizada al óleo, de igual forma que los ojos están pintados sobre la madera. La estudiada expresión del rostro evidencia tristeza contenida y preocupación, subrayando el autocontrol de Cristo, así como su capacidad premonitoria previamente testimoniada en el Getsemaní, donde se revela como pleno conocedor de los padecimientos de la Pasión. Además, la forma en la que está recreada la actitud corporal, subraya la determinación con la que acepta este tránsito previo al juicio, sin descomponerse ni ofrecer resistencia hasta su muerte en la cruz. Esta última obra del escultor e imaginero gaditano, afincado en Sevilla, lleva potencias cinceladas por Orfebrería San Juan y túnica diseñada y confeccionada por Óscar Torres y Juan Manuel Jurado. |
Entre los últimos trabajos del artista se encuentra también la intervención de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores de Laujar de Andarax (Almería), la cual ha permitido frenar el deterioro que presentaba y que hacía peligrar su estabilidad, así como recuperar el aspecto original de su policromía, oculta bajo acumulaciones de suciedad. Además se le ha dotado de carnosidad al cuello, pecho y regiones posterior y superior de la cabeza (pintados en origen con un tono verdoso) que condicionaba la forma de vestirla, permitiendo descubrir únicamente el rostro. También le ha sido adaptado un discreto juego de pestañas acorde con su morfología. Por otra parte, esta intervención ha rescatado su autoría a partir de la recuperación de la firma de su autor Ricardo Font Estors, cotejada con la de una obra suya: Nuestra Señora del Carmen de Santurce (Vizcaya). Hasta entonces se la consideró una imagen seriada de talleres levantinos. Según el blog Santurtzi Historian zehar, Ricardo Font nació en Madrid en 1893, hijo del también escultor Francisco Font Pons, catalán afincado en Madrid junto a su mujer. Ricardo estudió Bellas Artes en Barcelona y Madrid y obtuvo el título de profesor de dibujo con premio extraordinario. Se dedicará a la imaginería religiosa en el taller paterno. Al fallecer su padre, Ricardo continúa el trabajo. Cuando termina la Guerra Civil se traslada a otro taller, también en Madrid, y a diferencia de la gran mayoría de escultores de posguerra, se aleja de la producción masificada de imágenes. Suele trabajar solo, y en algunas ocasiones, llama a algún oficial que le ayude. Falleció en 1982. |
Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica del Cristo a través del icono que encabeza la noticia.
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