NUEVA OBRA DE MANUEL MARTÍN NIETO PARA YECLA (MURCIA)
24/03/2009
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El pasado 22 de Mayo de 2008 les presentábamos el boceto en barro del busto de este Cristo Crucificado, obra del escultor e imaginero moronense Manuel Martín Nieto, para la Venerable Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de la Estrella, de Yecla (Murcia).
La imagen, bendecida el 21 de marzo en la Basílica de la Purísima del municipio murciano, ha sido concluida en madera de cedro, con policromía al óleo y una altura aproximada de 185 cm. Cubre su desnudez con un sudario cordífero y de movidas telas, anudado a los lados, que recuerda al recreado por Francisco Antonio Ruiz Gijón en el famoso Cristo de la Expiración sevillano.
Es representado muerto, con la cabeza inclinada hacia el lado izquierdo, en postura inversa a la que suele ser habitual en esta iconografía. Su anatomía es bastante robusta, quedando muy abultados los hombros y notablemente marcados los relieves musculares del tronco y las extremidades.
Las palmas de las manos aparecen abiertas, los brazos colgantes del travesaño y las piernas, rectas y unidas por las rodillas, estando ambos pies casi en posición de aspa, fijados al arbóreo y cilíndrico madero por un sólo clavo.
El modelado del rostro presenta una mayor suavidad, al querer reflejar el autor la serenidad alcanzada por Cristo con su fallecimiento, tras padecer innumerables humillaciones y tormentos. Es por ello que se ha borrado casi todo rastro de dolor, mostrando el Varón un rictus sereno, los ojos prácticamente cerrados, la nariz ancha y los carnosos labios entreabiertos, con los dientes tallados en su interior. El cabello, encrespado y abundante, se peina al centro y queda rodeado por una corona de largas y afiladas espinas, tallada en la misma pieza.
Pulsando en el icono, podrán ver más fotografías de un Crucificado de aceitunada policromía, rica en signos de la Pasión, tales como contusiones, cardenales, latigazos o regueros de sangre, para los cuales se ha utilizado, además de los pinceles, gotas de vidrio rojizo, con el fin de otorgar un mayor realismo al simulacro.
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