Mi última obra es para Córdoba, concretamente para la Hermandad de los Afligidos de la barriada de Cañero. Se trata de una escultura de tamaño natural de 185 cm en el pasaje evangélico del Ecce Homo (He aquí el hombre). Está tallada íntegramente en madera de cedro y policromada al óleo, con peana y sobrepeana también talladas en madera de cedro, con molduras y terminación marmolizada y en oro fino.

Aparece la imagen sobrecogida, rotando el cuerpo hacia el lado derecho mientras la vista, por el contrario, se gira levemente a la izquierda, con los párpados cansados y sufriente entrecejo. La corona de espinas, por su parte, ha sido tallada en el mismo bloque del cráneo. Cabe destacar la posición de los antebrazos y de las manos: mientras la mano derecha se sitúa a la altura del corazón, y soporta la caña a modo de cetro, la mano izquierda se apoya lentamente en el antebrazo derecho.

El sudario de la imagen, que procesionará el próximo Sábado de Pasión, es de gran dimensión pero deja ver perfectamente la figura del Señor, en la que abundan las arrugas pronunciadas y estudiadas del natural. Toda la anatomía esta analizada íntegramente del natural, en un estilo neobarroco y naturalista que se caracteriza por conjugar la poderosa expresividad y la dulzura de rasgos.

En cuanto a la policromía de la obra, presentada y bendecida esta misma tarde en la capital cordobesa, ha sido aplicada totalmente al óleo desde el estuco a base de transparencias y veladuras, insinuando levemente los flagelos que Jesús padeció antes de ser presentado al pueblo. En esta ocasión, heridas y sangre son muy suaves para que no constituyan el eje de la escultura ya que estos detalles pueden distraer la carga emocional de la misma. Por lo tanto, en esta ocasión he procurado que toda la policromía sea lo más suave y dulce posible.