Esta nueva obra de Cristo crucificado es de tamaño natural (mide 182 cm de altura) y lo representa cuando pronuncia la Tercera Palabra, recogida en el evangelio de San Juan (Jn 19, 26-27; de hecho, a la hora de dirigirse a su madre, Jesús le dice "mujer hay tienes a tu hijo", refiriéndose al más amado de sus discípulos.

Aún hay en la mirada de Cristo vida, dulzura y misericordia. Esta última, Misericordia, ha sido la advocación elegida por el cliente que ha encargado al artista moronense esta obra para su culto privado.

La escultura ha sido tallada íntegramente en madera de cedro real por Martín Nieto, incluyendo la cruz arbórea. El estofado y la decoración del sudario han corrido a cargo del pintor sevillano Manuel Peña Suárez, que ha imprimido un diseño de aires renacentistas, con angelitos y motivos vegetales y geométricos.

Las policromías son también de Martín Nieto. Este proceso pictórico ha sido muy laborioso y lento en este caso, ya que el crucificado ha sido policromado con óleo desde el soporte del estuco, contando con muchas veladuras de tonos oscuros y claros, trabajando tanto la anatomía como la expresión de Cristo, resaltando sutilmente el maltrato recibido desde su prendimiento hasta la crucifixión pero sin caer en el desagrado, sin desfigurar la dulzura del gesto, y siempre dejando ver el minucioso estudio anatómico.

Para la anatomía del crucificado, Manuel Martín Nieto tomó como modelo a un vecino de Morón de la Frontera, su localidad natal, conocido como "el boquerón", que actualmente se encuentra preso. El escultor quiere que sea mencionado porque su cuerpo ha sido fuente de inspiración y de estudio para esta obra de arte.