La institución museística de Medina del Campo (Valladolid) un Niño Jesús representado como Salvator Mundi y con los llamados "arma Christi" en plata prendidos a su vestimenta. Es una obra de autor anónimo castellano del siglo XVII, en madera tallada y policromada, cuyas medidas son 42 x 23 x 12 cm. El Niño, de pie, bendice con la mano derecha y sostiene el globo terráqueo coronado por una cruz. Se asienta sobre una amplia peana de gallones (19 x 34 x 28 cm) a la que se le superpone un cojín de borlas pendientes.

Macrocéfalo, de potente mechón montañesino y rostro redondo, actualmente se encuentra vestido con una túnica de amplios vuelos, mangas largas y collarín, todo realizado en rico brocado y rematado con finísima pasamanería. El cinturón de raso blanco bordado tiene además apliques de aljófar (perlas irregulares) con tramas de hilo metálico, motivos florales y decoración vegetal.

Como iconografía típica conventual, vinculada a la entrada y profesión de las religiosas, pertenece a un tipo de niños a los que las religiosas vestían de acuerdo con lo que se quisiera representar; en este caso, un Salvator Mundi por la actitud de bendición y el globo terráqueo, así como por las potencias, si bien en este momento se le quiere representar como Niño de Pasión. Ya Wierix en sus grabados lo hace rodear también de los "arma Christi" en número de 22.

La relevancia, en esta ocasión, se encuentra en el magnífico cinturón de seda bordada con añadidos de lentejuelas y perlas, del que penden 14 cadenillas de plata con hasta 18 símbolos de Pasión, tras la última restauración de la obra realizada en el Museo de las Ferias: una campanilla grabada con el Sol y la Luna, el flagelo, la espada con la oreja de Malco, el gallo de San Pedro, la bolsa de Judas, la escalera, la cruz, una linterna para el prendimiento, la corona de espinas, los tres clavos unidos a los dados, el martillo, la mano que le abofeteó, la columna de fuste alto con cuerda alrededor, y la lanza y la caña con la esponja.

Por todo ello, este Niño Jesús se presenta completo en su significado; además de proceder del Convento de San José de las Madres Carmelitas de Medina del Campo, recordando así que Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz fueron potenciadores de su culto. Tampoco se puede olvidar que, vinculado a la reforma tridentina, el arte sagrado ofrece una naturaleza cercana e íntima, exaltando la humanidad de Cristo.

La citada restauración ha sido llevada a cabo entre febrero y marzo de 2024 por Francisco José Boldo Pascua y Celia García Calero, quienes desinsectaron la escultura, fijación y limpieza de policromías y dorados, readhesión de la mano izquierda, reintegración de fragmentos perdidos, reintegración de estucos y de lagunas pictóricas (estas últimas con acuarelas y pigmentos al barniz), protección final con barniz, reconstrucción de fijaciones de diversos elementos metálicos de los "arma Christi" y restitución de corchetes de fijación de las vestiduras de la escultura.