NUEVAS OBRAS DE PINTURA SACRA

Con información de Sergio Cabaco y sus autores (18/02/2024)


 

 
 
 
 

 

Juan José Rodríguez

Con este óleo sobre lienzo titulado VANITAS MURCIAE el joven pintor ilustra la portada y la contraportada del último número de la revista Cabildo, editada por el Cabildo Superior de Cofradías de Murcia.

Al estar dedicada la publicación este año al patrimonio de las diferentes cofradías murcianas, Rodríguez no quería caer en el típico muestrario de enseres, por lo que, indagando en la iconografía barroca como principal referente en su obra, ha decidido homenajear a artistas locales o foráneos que han trabajado para la ciudad de Murcia.

Así, además de referenciar a Salzillo en la imagen de la Virgen de las Angustias, gran protagonista de la obra, observamos el relieve del estandarte del Rosario realizado por el escultor Ramón Cuenca Santo (Cox, Alicante), el proyecto de reforma del paso de la titular de la Cofradía Servita llevado a cabo por Santiago Rodríguez López (Archena, Murcia) y el boceto del cartel "Semana Santa de Murcia 2022" de Villa Vázquez (Cieza, Murcia).

El conjunto lo completan distintas piezas del patrimonio cofrade murciano: la cruz del Nazareno, un farol de la Cofradía de la Caridad, el manto de salida de la Dolorosa de Jesús, y jarrones con azucenas marchitas en alusión a la Cofradía de la Esperanza. Todo ello sin perder la naturaleza muerta propia de las vanitas. La composición se encuentra enmarcada por un fondo teatral, en el que se aprecia la Iglesia de Jesús.

Rodríguez ha recurrido a la vanitas por el fenómeno de extrema rivalidad que está ocurriendo entre los cofrades a la hora de atesorar patrimonio, pudiendo calificarse de avaricia u ostentación personal. De ahí que utilice dicha temática para recordar el verdadero motivo por el que se debe invertir en patrimonio: ensalzar a los titulares de dichas cofradías, dejando a un lado el placer mundano de cara a la adquisición de piezas.

 

 
 
 
 

 

Luis Fernando Ramírez Mata

El artista Luis Fernando Ramírez Mata muestra sus raíces en el mundo del arte a través de la imaginería religiosa. Es necesario para entender la obra de este artista el enfoque emocional, realista y neobarroco que evoca el amor y pasión del mismo hacia su pasión creativa, las cofradías, y la Semana Santa de Sevilla y Ciudad Real.

Bajo el título LUX, el cartel que anuncia un nuevo Domingo de Pasión en el barrio de Campos de Soria (Sevilla) es un cautivador retrato de Nuestro Padre Jesús de la Luz, obra escultórica de Ramírez Mata. Hablamos de una pintura en técnica mixta sobre tabla que fusiona el clasicismo con lo novedoso. La mirada de Cristo anima una profundidad emocional intensa que manifiesta el dramatismo de la Pasión. La paleta de colores es atrevida y contemporánea. El autor ha querido utilizar una estallido de colores, con pinceladas que recuerdan la técnica del fauvismo por su audacia, y a la vez mantienen un sentido de estructura en la composición que podría aludir a influencias del expresionismo. Su fondo abstracto y las pinceladas verticales en tonos pasionistas, crean un contraste enérgico con la representación del rostro de la talla con una calidad casi fotográfica. Un cartel que dialoga entre lo tradicional y lo moderno, lo emotivo y lo estético, lo personal y lo universal, y en el que coexisten el arte figurativo, la unción y lo abstracto.

El Centro Cívico de la Casa de las Columnas tiene la oportunidad de acoger simultáneamente dos exposiciones de este mismo autor, yuxtapuestas y conectadas con ese nuevo enfoque, aunque en temáticas muy diferentes. En La imaginería a través de la pintura, Ramírez Mata muestra la evolución de su pintura figurativa y neobarroca de temática cofrade hacia nuevas líneas de expresión vanguardísticas. Frente a ellas, nos adentramos en su colección de esplendorosas y flagrantes figuras femeninas con Divas, muestra que se da la mano con sus últimas producciones dedicadas a la Esperanza de Triana, la Macarena, la Virgen de Rocío y el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, en un compendio de retratos naturalistas bajo un prisma expresionista y multicolor. Estas obras han sido expuestas durante el vigente curso 2023/2024 en centros neurálgicos y culturales de vanguardia tales como Nueva York, Venecia, Miami y Londres, y ahora podemos contemplarlos en el corazón del barrio de Triana, donde Ramírez Mata vive hace más de dos décadas.

 

 

Antonio José Jiménez Muñoz

El pintor malagueño utiliza el formato del tondo para el cartel de la Semana Santa de Benalmádena 2024. La forma redonda ha sido siempre en el cristianismo un símbolo de la perfección, remitiendo con ello a Dios y a la Sagrada Forma, símbolo de Jesús Sacramentado, titular de la Hermandad del Nazareno de dicha localidad, cuyo titular, tallado en 1939 por el escultor e imaginero José Gabriel Martín Simón, aparece en primer plano.

El cartel fue presentado ayer en el templo benalmadense de Santo Domingo de Guzmán. Predominan en esta pintura (técnica mixta sobre lienzo, 80 x 80 cm) los sobrios tonos morados y negros tras el espectacular retrato del Nazareno, colores característicos de la referida corporación de penitencia. También la cruz de madera y oro que carga la figura ha sido interpretada como una banda morada, limpia y abstracta, por Jiménez Muñoz.

 

 
 

 

José Luis Castrillo

Yo soy la luz del mundo (Interior de catedral) es la última obra del reconocido pintor sevillano, que a sus 64 años de edad se encuentra más dinámico y prolífico que nunca. De nuevo Castrillo trata uno de los temas recurrentes en su trayectoria: el interior de iglesias, capillas y otros recintos sacros.

Con su habitual técnica empastada y vibrante, el artista vuelve a dar preferencia en estos casos al tratamiento de la luz -de forma casi ultraterrena- y a la plasmación de la grandiosidad del edificio -gótico, en la obra que nos ocupa-, por encima de la descripción detallada de todos sus elementos, aunque sin obviar ninguno de ellos.

 

 

Bartolomé Martínez Cava

Con esta obra titulada Virgen de la Soledad el autor sigue la senda de las creaciones sacras que simulan los habituales deterioros de la tela (craquelados, desgastes, etcétera) causados principalmente por el paso del tiempo, como si aparecieran ante nosotros procedentes de siglos pasados.

Es una obra de dimensiones muy reducidas (14,5 x 17,7 cm) que muestra a la dolorosa de tres cuartos y en primer plano, en la línea de las sencillas piezas de factura doméstica representadas con gran unción religiosa. El tipo de marco contribuye al espíritu de "revival" con el que ha sido concebida esta pieza.

 

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