Marco Antonio Humanes

Cartel de la Semana Santa 2024 para el Consejo de Hermandades y Cofradías de Marchena (Sevilla). Este año estaba dedicado a la Pontificia y Real Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos del Dulce Nombre de Jesús, Nuestra Señora de la Piedad y San Juan Evangelista.

Humanes ha llevado a cabo un interesante relieve policromado al óleo, apareciendo en ella la imagen titular del Dulce Nombre de Jesús -obra de principios del siglo XVII atribuida a Juan Martínez Montañés- y una niña, monaguilla de la hermandad, que le ayuda a llevar el madero de plata con la que procesiona cada Jueves Santo. La escena se inspira en una famosa "cuarta" -tipo de saeta antigua y autóctona de Marchena que data del siglo XVIII- al Dulce Nombre de Jesús, transcrita en el papel envejecido que vemos entre las rosas. Una ensoñación en la que la niña, además de cargar con la cruz, le ha quitado la corona de espinas y las potencias a Jesús, actuando la luna llena de halo divino en su cabeza.

Hay también referencias personales del reconocido artista marchenero: el aroma de las semillas de alhucema, cofrades comprometidos que ya no están entre nosotros, cuyos nombres se inscriben en los pétalos de las flores, la calle Orgaz como marco, este último también muy vinculado a la Hermandad del Dulce Nombre...

El cartel rememora también la efeméride que celebra dicha corporación de penitencia este año: el 425 aniversario de la aprobación de sus reglas más antiguas, el antiguo escudo y las fechas 1599-2024.

Borja Peña

El escultor e imaginero hispalense presenta dos bellos simulacros marianos para la devoción particular. Los dos miden 95 cm de altura y han sido realizados en terracota policromada para vestir, con pestañas superiores postizas. Ambos toman como referente los populares modelos barrocos de la Sevilla del siglo XVIII.

Se trata de la Virgen con el Niño y la Virgen Dolorosa. En el primero, Jesús está totalmente anatomizado, apenas cubierta su desnudez por una escueta banda. El segundo, un auténtico retorno al periodo que rememora, vistos su modelado y policromía, tiene las manos entrelazadas y ojos y lágrimas de cristal en su rostro.

Enrique Salvo Rabasco

El pasado 17 de febrero se reponía al Culto la imagen de María Santísima de los Dolores tras los trabajos de restauración llevados a cabo por Enrique Salvo Rabasco, licenciado en Historia del Arte y titulado superior en Restauración de Bienes Culturales. Hablamos de una Dolorosa de tamaño natural realizada en madera de pino, tallada y policromada por Francisco Palma Burgos en 1938.

La Hermandad de la que es titular -Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima de los Dolores, Jesús a su Entrada en Jerusalén y Santa María Reina de la Paz- fue la que comenzó las gestiones para llevar a cabo estos trabajos, alarmados por el estado de conservación de la dolorosa

Por una parte, presentaba una policromía más que deficiente, con numerosos repintes y tratamientos improvisados que la desvirtuaban notablemente. Asimismo, hacía tiempo que se observaban graves deterioros estructurales: movimiento de ensambles con grandes grietas, amputación de diversas zonas de la anatomía del torso (hombros, cintura) y un candelero de factura muy precaria que ponía en riesgo la estabilidad estructural del conjunto.

Tras llevar a cabo los análisis pertinentes que permitieran acometer el proyecto con garantías, Salvo Rabasco comenzó a trabajar en la talla: reparó estructuralmente los deterioros descritos, limpió la policromía y eliminó los repintes que se habían ido superponiendo a lo largo de su historia y, afortunadamente, consiguió recuperar los valores primigenios de una dolorosa con valores artísticos y devocionales muy destacables.

Asimismo, se han realizado nuevas manos en madera de cedro, talladas y policromadas al óleo, integradas perfectamente con la policromía original, ya que se le habían realizado otras de reciente factura que no estaban acordes con la categoría artística de la obra, acordándose su sustitución.

Fotos: Luis Manuel Gómez Pozo

Carlos Zafra

Se trata de un ángel pasionista, tallado en madera de cedro real por el joven artista sevillano. Mide 40 cm de altura y ha sido estofado por su propio autor, quien ha empleado oro fino de 23 3/4 kilates y plata fina de ley. Las policromías han sido aplicadas con diferentes veladuras de óleo fino.

El ángel porta en su mano porta la corona de espinas y en la peana aparecen los tres clavos de la crucifixión. Procesionará junto a la Virgen de las Angustias (Piedad) tallada en 1951 por Tomas Parés, obra que forma parte de la Hermandad de la Oración en el Huerto del municipio murciano de Blanca.

El acto de presentación y bendición tuvo lugar ayer en la parroquia blanqueña de San Juan Evangelista. La imagen ha sido donada por Antonio López Fernández, presidente de la referida hermandad; fundada en el año 1989, es una de las más jóvenes de las ocho que procesionan en la localidad.

Álvaro Busto

Copia en terracota policromada y a pequeño formato (40 cm, el conjunto con la cruz mide 75 cm) del Cristo de la Fundación, titular de la hermandad sevillana de los Negritos. La réplica ha sido todo un reto para el joven artista, debido a las sutiles líneas manieristas y la policromía que actualmente presenta.

El Cristo original data del año 1622 y fue tallado en madera de cedro por el maestro escultor Andrés de Ocampo. Mide 162 cm de altura y su hechura importó la suma de 1.400 reales. La policromía primitiva corrió a cargo del pintor, escultor y bordador Pablo Legot. Consta que fue repolicromado en 1731.