Fernando García y Juan Luis Coto

El encargo de las pinturas para los medios puntos de la iglesia parroquial de Santa María la Blanca a Murillo se debe probablemente a iniciativa de don Justino de Neve, dada su intervención en las obras de aquel templo sevillano y su calidad de canónigo de la catedral, patrono de Santa María.

Cuatro de los cinco lienzos pintados por Murillo para Santa María la Blanca fueron robados durante la invasión francesa. Dos de ellos, El sueño del patricio y El patricio Juan y su esposa revelan su sueño al papa Liberio, retornaron a España pero se quedaron en el Museo del Prado, conformándose el templo sevillano con sendas copias. Los otros dos cuadros robados, El triunfo de la Eucaristía (Colección Faringdon, Oxfordshire) y La Inmaculada Concepción sostenida por ángeles y adorada por tres eclesiásticos (Louvre, París), no regresaron jamás. La única pintura de Murillo que permaneció en el templo, antigua sinagoga, fue La Última Cena.

El equipo formado por Fernando García García (pintor) y Juan Luis Coto Cobo (restaurador y director del proyecto) ha sido el encargado de copiar ahora los dos lienzos conservados en el extranjero y reintegrar así el discurso iconográfico del templo en su totalidad. La ejecución de este proyecto, que ha durado más de dos años, ha sido posible gracias a empresas y particulares que han donado los cerca de 55.000 euros de su coste.

No es la primera vez que este equipo se reúne para dar vida a obras robadas de Bartolomé Esteban Murillo, pintor sevillano del que se conmemora ahora el IV centenario de su nacimiento; otra muestra de su excelente trabajo puede contemplarse en la iglesia sevillana de San Jorge, de la Hermandad de la Santa Caridad, cuyos originales fueron igualmente objeto de expolio por las tropas francesas al mando del mariscal Soult.

Antonio Díaz Arnido

La obra pictórica titulada Madre Santissima del Lume, Regina di Santità -la quinta que realiza Arnido para Italia, cuarta para Sicilia- representa, en rompimiento de gloria, la visión del jesuita Giovanni Antonio Genovesi en Palermo, que dio lugar a la advocación de Maria Santissima del Lume. El propio Genovesi supervisó en 1722 la plasmación de su visión al lienzo, modelo de obras posteriores como las que nos ocupa. En este caso se le añaden santa Ágata, patrona de la ciudad de Catania, y san Sebastián, con gran devoción popular en la isla de Sicilia; de hecho, este tabla de Arnido, pintada al temple y al óleo (82 x 62 cm), tiene como destino el Museo Diocesano de Catania. El pintor y restaurador sevillano refuerza también el título mariano de Reina de la Santidad, de ahí la leyenda que figura en la filacteria que aparece en la zona inferior de la composición.

Respecto a La noche del tiempo... 75 años de amor y devoción a la Soledad en Almogía, es una obra en acrílico, gouache, tinta, collage, grafito y óleo sobre tabla (120 x 80 cm) que ilustra el 75 aniversario de la llegada de la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, obra de Francisco de Paula Gomara (1943), a la localidad malagueña de Almogía. La noche del Viernes Santo de Almogía, así como el halo mariano de realeza, aparecen abstraídos en sus formas y colores para enmarcar la inconfundible escena del Stabat Mater.

José Luis Castrillo

La desgarradora paleta del artista se empareja notablemente con la más desgarradora de las palabras de Jesús en la cruz, la Cuarta Palabra, recogida por san Mateo en su evangelio (Mt 27, 46). "Eli, lema sabachtani" ("Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"), la única frase que ha mantenido el Nuevo Testamento en su lengua original, el arameo. Este óleo sobre lienzo, de intenso claroscuro y expresionismo, mide 90 x 70 cm.

Aunque iniciado el pasado año 2016, no ha sido hasta ahora cuando Castrillo ha concluido su último retrato de la Esperanza Macarena. El autor quiere destacar el parecido con la venerada talla de Sevilla, que adquiere un relieve extraordinario en su imagen gracias a la empastada técnica empleada al óleo. Mide 30 x 40 cm.

Manuel Peña Suárez

El cartel realizado para la cofradía hispalense del Cristo del Amor, sirve para conmemorar el IV centenario de la fusión de la Hermandad del Amor con la de la Sagrada Entrada en Jerusalén y del encargo al escultor cordobés Juan de Mesa y Velasco del Cristo del Amor y la Virgen del Socorro. El imponente rostro del crucificado, fielmente retratado, ocupa la mitad superior de la obra, mientras la inferior acoge un detalle de la procesión de la popular "Borriquita" con las palmas, un esbozo del pelícano que se sacrifica para alimentar a sus crías, y ramas de lirios y azahar, queriendo plasmar Peña Suárez con todos estos elementos el contraste entre la vida y la muerte que ofrece la corporación del Domingo de Ramos de Sevilla.

En cuanto al Cartel de la Navidad que cada año saca a la luz la Asociación de Belenistas de Sevilla, representa en esta última edición la salutación angélica de san Gabriel a la Virgen, cuya presencia asume el espectador. El arcángel alado ofrece una vara de azucenas a María a modo de cetro, como en las escenificaciones antiguas, en las que era señal de la divina encarnación del verbo en su vientre. Ha sido realizado en pastel sobre tabla dorada con el característico estilo hiperrealista del artista, que nuevamente utiliza un modelo del natural. Su composición recuerda la cartelería sacra de los 40, en la que eran habituales las grandes figuras angélicas sobre las ciudades a las que brindan su protección, siendo en este caso la Giralda el emblema más reconocible.

Manuel Caliani

El Cartel de la Merced 2017 para Huelva combina la acuarela con el pastel y lápices polychromos, sobre un formato de papel de 80 x 60 cm. Consiste en un retrato de Nuestra Señora de la Merced, soberbia imagen del círculo de Juan de Mesa que se venera en el templo metropolitano onubense, cuya titularidad ostenta al ser antigua iglesia conventual de los mercedarios. La Virgen y el Niño emergen de un fondo de listas horizontales rojizas, evocadoras de las que decoran la fachada de la catedral. En su mano derecha María lleva cadenas rotas, atributo típico de la orden mercedaria como redentora y libertadora de cautivos, con el que el autor también quiere simbolizar el refugio y la esperanza para los onubenses presos, en una visión actual del cautiverio ejercido por los miedos, la enfermedad física o emocional, la violencia, la discriminación o las fobias.

También les mostramos una acuarela sobre papel titulada El Despojado (29,5 x 42 cm) que representa al Cristo titular de la hermandad sevillana de Jesús Despojado. Usando gamas grisáceas y rojizas, Caliani interpreta de manera muy personal la dramática expresión que ofrece el perfil labrado por el escultor Antonio Perea.

Por otro lado, comentarles que, del 21 de diciembre de 2017 al 8 de enero de 2018, el joven pintor expone en la Biblioteca Provincial de Huelva (Avenida Martín Alonso Pinzón, nº 16) las láminas para las ilustraciones del libro "Diario de Juan Marioneta", a beneficio de la Asociación de Enfermos de Alzheimer (AFA Huelva). Horarios: lunes a viernes, de 09:00 a 21:00 horas; sábado, de 09:00 a 14:00 horas; domingos, cerrado.

José Tomás Pérez Indiano

La primera de las obras relaciona la cofradía hispalense de Montesión con la figura de Ángela de la Cruz, la santa de Sevilla más venerada. La catedral y la capilla de la hermandad del Jueves Santo sevillano quedan bajo el amparo de Santa Ángela y la dolorosa titular de dicha corporación, la Virgen del Rosario, adornada al estilo de los años 20 del pasado siglo, con diadema y tocado superpuesto de perlas que enmarca su bello rostro.

La segunda y última obra que hoy les presentamos -dos por cada artista- muestra nuevamente a la Virgen de la Esperanza Macarena, inmortalizada en este caso por Pérez Indiano basándose en la fotografía que realizó Haretón a la imagen tras la restauración practicada en 1978 por Francisco Arquillo.