Jesucristo Buen Pastor. Obra realizada en terracota patinada al óleo por el escultor e imaginero sevillano que representa a Jesús como Buen Pastor. La figura de Jesús sostiene con sus manos sobre el pecho a un pequeño cordero en señal de amor por su rebaño siguiendo las enseñanzas del evangelio de Juan (Jn 10, 11-16):

"Yo soy el buen pastor: el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve al lobo que viene, y deja las ovejas, y huye, y el lobo las arrebata, y esparce las ovejas. Así que, el asalariado, huye, porque es asalariado, y no tiene cuidado de las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen. Como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también me conviene traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor".

Labrado para un cliente particular de Lucena (Córdoba). Su iconografía sigue los arquetipos occidentales que han perdurado a la hora de mostrar a Jesús llevando un cordero en brazos. Aparece de pie sobre el orbe terráqueo con rayos y nubes, la túnica muy movida y todo su poder y majestad en su apariencia.