Gracias a la labor investigadora del historiador Alfonso Pleguezuelo Hernández, en su último libro "Manuel Rivero González. Los encargos artísticos de un mercader andaluz del siglo XVIII", se ha podido tener constancia documental del autor de la efigie de San Antonio de Padua con el Niño que figura en uno de los retablos de la Parroquia de Nuestra Señora de las Angustias (Ayamonte, Huelva).

Dicho artífice no es otro que Blas Molner Zamora. Molner fue un escultor de origen valenciano, nacido en 1737 y afincado en Sevilla, al menos, desde 1766. En la capital hispalense, llegaría a ser director general y director de la sección de Escultura de la Academia de las Tres Nobles Artes hasta su muerte, acaecida en 1812.

Entre otros apuntes históricos, la publicación recoge que la escultura fue tallada por Molner en la capital hispalense, exactamente en 1767, correspondiendo la policromía al pintor Juan de Espinal. Asimismo, nos informa que el altar rocalla de madera oscura donde se venera la imagen fue encargado siete años antes por Manuel Rivero, quien albergaba el deseo de consagrarlo a San Antonio de Padua y también a San Juan Nepomuceno. 

El pasado mes de mayo, informábamos en nuestra selección dedicada a las imágenes marianas en España de otra pieza ayamontina que también había sido documentada por Pleguezuelo como obra de un escultor valenciano: la Virgen de la Esperanza (1774) de la Ermita de San Antonio, en este caso gubiada por José Esteve y Bonet, con mascarilla y policromía rehechas por el escultor e imaginero ayamontino José Vázquez Sánchez (1944).

Por el aspecto que ofrece actualmente, la talla de San Antonio de Padua parece haber sido muy restaurada por otro artista ayamontino, Antonio León Ortega, aunque no existe documentación oficial al respecto.