PROYECTO DE ENRIQUE LOBO LOZANO PARA SEVILLA

10/01/2006


 

"El encargo surge al estar trabajando durante dos años en la restauración del coro y las fachadas del órgano de la Iglesia de Santa Ana, en el barrio de Triana. El párroco quería una imagen nueva de Santa Cecilia para rematar la labor escultórica de una de dichas fachadas y fue entonces cuando me vino la idea de que sería más certero y justo que se tratara de una imagen de San Pedro y estuviera representado con los rasgos de un personaje tan querido como el Mudo de Triana. Tras una sesión fotográfica al sacristán, pusimos el proyecto en marcha".

 

 

Estas son palabras concedidas a este medio por el escultor e imaginero sevillano Enrique Lobo Lozano, responsable de materializar tan entrañable proyecto. Según el artista, "no existe todavía un plazo fijado para la entrega de la obra, ya que existe el propósito de que las hermandades trianeras sufraguen parte de los gastos que conlleva el trabajo, por ser el Mudo de Triana una persona muy vinculada y volcada diariamente con todas ellas".

La imagen será de tamaño natural y se hallará representada en actitud genuflexa, reverenciando al altar mayor de la parroquia que alberga a la venerada titular de la misma. Con el fin de aligerar el mayor peso posible, debido a su ubicación, la cabeza de la efigie estará modelada en terracota policromada y el cuerpo será un maniquí cubierto de telas encoladas y estofadas, según una técnica muy empleada en la imaginería dieciochesca.

Las llaves del firmamento, símbolo entregado por Jesús que identifica plenamente la iconografía de San Pedro, las portará el Apóstol en una de las manos, mientras la otra se mostrará al espectador en actitud deferente.

 

 

 

Para Lobo Lozano, que ya se vio inmortalizado por su colega Juan Manuel Miñarro en la figura del Longinos que desfila en el paso de misterio de la cofradía sevillana del Cerro del Águila, es una suerte que el Mudo de Triana reciba esta representación en vida, "ya que se trata de un personaje Made in Triana y Made in Semana Santa, de pura entrega a la fiesta y del que hay fotografías en muchos bares de Triana. Es un ser mágico y místico. Yo lo comparo, con el mayor de los respetos y las debidas diferencias, con el Jorobado de Notre Dame, tal es la entrega cotidiana y callada que tiene con la Iglesia de Santa Ana. Y puedo atestiguar, porque lo he vivido muchas veces, que el Mudo la única vez que habla es cuando le paran delante todos los años el paso de su Virgen de la Esperanza. Tras la llamada de honor, no para de gritarle "guapa y guapa". Se vive un momento muy emocionante".

Enrique Lobo Lozano es un escultor de 41 años de edad, con taller en el municipio sevillano de Camas, que empezó su carrera en el año 1982 y forjó su formación al lado de los artistas Luis Álvarez Duarte, Luis Ángel Ortega León y Juan Manuel Miñarro, con quien colaboró en la realización de obras como el mencionado misterio de la Cofradía del Cerro del Águila, la Oración en el Huerto de Cabra (Córdoba) o el Resucitado de la capital cordobesa. Ha realizado tallas como la Dolorosa de la Misericordia y un San Juan Evangelista para La Carolina (Jaén) o un grupo de Arcángeles para la Cofradía de la Vera Cruz, de Los Palacios (Sevilla). Junto al encargo descrito para Triana, actualmente se encuentra labrando nueva peana para Jesús Nazareno, talla titular de la cofradía sevillana de La O.

 

 

 

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