Nuestra Señora del Carmen es una de las últimas obras salidas del taller del artista murciano Juan José Páez Álvarez. Se trata de una imagen de candelero de 155 cm de altura, elaborada en madera de cedro y policromada al óleo a pulimento, inspirada en los modelos marianos levantinos del siglo XVIII.

Esta efigie vestidera ha sido realizada para llevar peluca de cabello natural. Enriquecen la obra los ojos de cascarilla y las pestañas de cabello natural, ambos postizos elaborados también en el taller de Páez Álvarez. La imagen del Niño Jesús que porta la Virgen está realizada a talla directa en madera de ciprés, también policromada a pulimento e igualmente con ojos de cascarilla y pestañas de pelo natural. El destino de ambas piezas es un oratorio particular de la ciudad de Alicante.

La Virgen del Carmen se presenta ataviada según los modelos dieciochescos. Luce el hábito con escapulario carmelita realizado con telas brocadas en sedas. En su mano derecha muestra un escapulario, al igual que el Niño en su mano izquierda, bordados en oro con técnicas conventuales por Pedro Antonio López, quien también ha realizado toda la ropa de la Virgen. La peluca a tirabuzones, según los modelos de peinado mariano de la época en dicha zona, ha sido confeccionada por Juan Egea.

Las coronas que lucen ambas imágenes son de Orfebrería Murciana. Las joyas que adornan la talla mariana en el reportaje gráfico que acompaña la noticia forman parte de una interesante colección particular; todas ellas son de oro y piedras preciosas y originales del siglo XVIII, en su mayoría, y también del XIX.