Se trata de un Nazareno con el Cirineo que representa el momento justo antes de la caída. Ambos conforman un conjunto escultórico muy novedoso en cuanto a su composición: el Cirineo, en lugar de portar la cruz por detrás como es habitual, se encuentra junto a Jesús, asistiéndole lateralmente para llevar el madero.

Simón de Cirene representa a un hombre de la calle de rasgos duros y expresión contrariada. En contrapunto, el Cristo tiene un rostro dulce y bondadoso, e intenta no desfallecer bajo el madero con la mayor dignidad posible como corresponde a su divina majestad. Ambas figuras, resueltas con gran efectismo, han sido labradas en cedro con policromía al óleo muy naturalista, dientes protésicos y pestañas superiores de pelo natural.

Las nuevas efigies de la pareja de escultores gaditanos pertenecen a la Hermandad del Santo Cristo de las Bienaventuranzas de León y han venido a sustituir a una imagen de Cristo con la cruz a cuestas de escaso valor artístico. El acto de presentación y bendición tuvo lugar el pasado 13 de marzo, a las 13:30 horas, en la iglesia de San Claudio de la capital leonesa, donde se concentró gran cantidad de público.

Después del acto, la Agrupación Musical SCB de la cofradía estrenó la marcha Jesus Nazarenum, compuesta y dedicada especialmente para el nuevo titular. En las fotografías que acompañan la noticia las esculturas aparecen vestidas por David Calleja. El próximo Jueves Santo procesionarán por las calles leonesas.