Escultura procesional de la Inmaculada Concepción labrada para la Congregación de los Sagrados Corazones (Padres Blancos) de Sevilla. Es una talla completa en madera de cedro dorada, estofada al temple huevo y policromada al óleo pulimentado. Tiene ojos de vidrio soplados y pestañas superiores de pelo natural.

Esta encantadora efigie mariana -de la que les ofreceremos más fotografías en la galería que acompaña la noticia en los próximos días- se presenta sobre los atributos de la nube y la media luna. Otros sugestivos detalles son el revuelo zurbaranesco del manto -adornado, entre otros motivos, con la Estrella de Oriente en alusión al tiempo de Adviento-, el lazo del cabello -también azul, color inmaculista por excelencia al ser símbolo de eternidad divina- o el rostro de finos rostros y expresión gozosamente absorta.

Rodean la nube cinco graciosos angelitos. Los dos de la derecha llevan un pergamino con la oración a la Virgen que rezan en el Colegio, el del centro sujeta el escudo de la Congregación y los dos de la izquierda una sierra en recuerdo del oficio de carpintero de San José, que además es titular de dicha institución docente de Sevilla.