NUEVA OBRA DE JUAN MANUEL PARRA HERNÁNDEZ

30/01/2019


 

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La última obra del escultor de Rociana del Condado (Huelva) es la imagen mariana de Nuestra Señora del Sagrado Corazón para el Colegio Montealto -Hijas de Santa María del Corazón de Jesús- de Jerez de la Frontera. Es una imagen mariana de composición triangular que hace alusión a la Santísima Trinidad y representa a la Virgen María con los brazos abiertos mostrando a Jesús a los fieles.

Según la mencionada orden religiosa, Jesús debe estar representado con la edad de 8 años, aproximadamente, justo delante de la Virgen, mostrando su corazón con la mano izquierda, mientras con la derecha señala a la Madre para dar el siguiente mensaje: "a través de ella podéis llegar a mi corazón". A dicha iconografía, Parra Hernández añadió seis angelitos para dar más dinamismo y juego al simulacro, junto con la representación del demonio en forma de serpiente y mordiendo una manzana, símbolo del pecado que la Virgen aplasta con su pie derecho. Por el contrario, María apoya el pie izquierdo sobre la bola del mundo como reina del mundo cristiano, donde se halla marcada la ciudad de Jerez de la Frontera con un corazón.

El conjunto se muestra sobre una nube que sigue los ritmos y movimientos de los angelitos, evocando de forma ascendente la Resurrección de Cristo. Algunos revolotean y juegan por el manto, mientras otros huyen de la serpiente. Se pueden ver claramente cinco por todo el conjunto, mientras que de otro, situado dentro del manto detrás de la composición, solo se aprecia el volumen de la cabeza y un ala que asoma.

Todo el conjunto está realizado en madera de cedro, con ojos de cristal pintados artesanalmente a mano y postizos de pelo natural, llevando la serpiente dientes de marfil. Es la primera obra en la que Parra Hernández añade cenefas en relieve por todo el contorno del manto, realizadas en estuco y jugando con diferentes alturas para posteriormente dar matices una vez doradas, dejando partes en brillo y otras en mate, un efecto que se consigue con los mateadores para resaltar aún más dichos relieves.

Los paños y las alas están dorados con oro fino y la nube en oro blanco. Esta labor ha sido llevada a cabo por María Osuna Montaño y Francisco Javier Gutiérrez Sánchez. Posteriormente, las labores del estofado han corrido a cargo del pintor Manuel Peña Suarez.

Las decoraciones pictóricas están ejecutadas al temple con motivos florales y ornamentales provistos de mucho colorido. En el caso de la túnica de la Virgen las composiciones son de flores y azucenas, haciendo alusión a San José y predominando los tonos rosas. En la túnica del Niño son composiciones alusivas a la eucaristía, donde podemos ver espigas y uvas con hojas de parra mateadas sobre un fondo burdeos. En el manto de la Virgen el color base es el azul, formado por una cenefa en relieve en oro visto, del que salen unas guirnaldas con motivos florales en las que se ha incorporado hojas de parra y uvas, haciendo un guiño a Jerez de la frontera, destino de la obra y tierra de buen vino. El interior del manto ha sido decorado a base de medallones formados por motivos florales, con más colorido que las túnicas. En el interior de cada medallón se han pintado letanías de la Virgen, llevando además un gran medallón central con un rompimiento de gloria y el Espíritu Santo como eje central. Las policromías han sido realizadas por Parra Hernández al óleo, de forma pulimentada a base de veladuras.

Para el artista ha sido la obra más compleja a la que se ha enfrentado hasta la fecha, siendo cada proceso todo un reto del que ha aprendido mucho. Los elementos de orfebrería son de José Manuel Bernet Cabeza, y la peana junto con los candelabros donde reposa el conjunto, ha sido tallada por los Hermanos Caballero Farfán.

 

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

 

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