EL ARTE QUE CONECTA - BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO
29/10/2024
Hoy se ha presentado en el Museo de Huesca, la obra La Inmaculada Concepción del pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682), uno de los préstamos del proyecto El arte que conecta, donde permanecerá hasta el próximo 23 de noviembre. Dicho proyecto es una iniciativa conjunta del Museo Nacional del Prado de Madrid y Telefónica que conmemora el centenario de la compañía y fomenta la conexión de las personas acercando obras maestras de la colección del Prado a ciudadanos de toda España. Ahora llega al Museo de Huesca, que ha organizado una serie de actividades didácticas tanto para adultos como para familias. En el caso del Museo de Huesca, el centro oscense, fundado en 1873, está vinculado al Museo del Prado desde pocos años después de su creación, dado que en 1879 se depositaron un conjunto de pinturas procedentes de la institución madrileña. Desde entonces y hasta la actualidad, el Museo de Huesca ha mostrado en sus salas una selección de esas obras, a través de los diversos montajes expositivos que ha realizado de sus colecciones. Actualmente se exhiben de forma permanente en la sala VI, con pinturas significativas del barroco religioso y civil español como son "La apoteosis de Hércules" de Juan Bautista Martínez del Mazo, "La presentación de Jesús en el Templo" de Mateo Gilarte o "San José, Niño Jesús y San Juanito" de Angelo Nardi. Entre los éxitos iconográficos conseguidos por Murillo se encuentran sus versiones de la Inmaculada Concepción. El modelo que propuso el pintor conquistó al público no solo por la belleza y la ternura que emanan sus figuras, sino también porque entroncaban a la perfección con la intensa devoción popular que se vivía en el siglo XVII. La Inmaculada Concepción que nos ocupa, conocida como Inmaculada de El Escorial porque se exhibió en la Casita del Príncipe de ese complejo monástico hacia 1787 tras su adquisición, la cual se llevaría a cabo probablemente en Sevilla por Carlos IV, barajándose las hipótesis de que hubiera pertenecido hasta entonces al ebanista Baltasar Angelo o al naturalista Pedro Franco Dávila (1711-1786). Se data convincentemente tras la promulgación por Alejandro VII de las dos bulas a favor del dogma de la Inmaculada, hacia 1665, cuando se considera que el pintor recibió numerosos encargos que contentó con diversas variantes de un mismo esquema, para evitar que se localizaran repeticiones en la misma ciudad. En Sevilla, como en otras ciudades de la Europa católica, la creencia en torno a la concepción sin pecado original de María suscitó importantes debates, puesto que no fue compartida por todas las órdenes religiosas. Mientras que los dominicos se mantenían escépticos, los franciscanos y los jesuitas perseveraban en la aprobación de este dogma, movilizando al pueblo hispalense y elevando la causa a un problema de índole nacional. Los recursos culturales fueron ampliamente utilizados para convencer a los fieles a través de la conquista de los sentidos, organizándose certámenes literarios que dieron como resultado pegadizos cánticos y encargándose numerosas imágenes de la Inmaculada. Dentro del proyecto El arte que conecta, obras de Velázquez, Goya, Rubens, Murillo y otros de los grandes maestros del Prado viajarán a 18 localidades de toda la geografía española, invitando a sus ciudadanos a contemplarlos y convirtiéndose en un generador de actividad cultural local. Esta iniciativa profundiza en el camino abierto por el Museo del Prado en la celebración de su Bicentenario en 2019 con De Gira por España y hará que sumando ambos proyectos la institución haya tenido presencia directa en casi 40 ciudades de la geografía nacional. A estas habría que añadir préstamos o exposiciones temporales itinerantes, además de "El Prado en las calles", un proyecto que lleva réplicas fotográficas de las colecciones del Museo a espacios públicos y que recorre actualmente las ciudades andaluzas y que antes ha recorrido Castilla y León, Castilla la Mancha y Extremadura. |
www.lahornacina.com