El Real Patronato del Museo del Prado acepta la importante donación de Plácido Arango Arias compuesta por 25 obras de su colección que enriquecen notablemente las colecciones del Museo, especialmente en el ámbito de la pintura española y de los artistas europeos que trabajaron en España entre los siglos XVI y XIX.

Con esta donación, junto a la realizada en 1991 compuesta por 80 grabados de la serie de Caprichos de Goya, Plácido Arango se une a la nómina más selecta de donantes que generosamente han contribuido a ampliar la calidad y representación histórica de las colecciones del Prado.

El conjunto de obras donadas al Museo del Prado por Plácido Arango Arias se enmarca en el ámbito de la pintura española y de los artistas europeos que trabajaron para la corte española en una amplia secuencia cronológica entre los siglos XVI y XIX. Casi todas fueron adquiridas en el extranjero, lo que convierte su regreso a España en un extraordinario enriquecimiento de nuestro patrimonio histórico-artístico.

La donación incluye piezas de Pedro de Campaña, Luis de Morales, Luis Tristán, Francisco de Zurbarán, Eugenio Cajés, Alejandro Loarte, Francisco de Herrera el Mozo -el Sueño de San José, imagen superior-, Mateo Cerezo, Antonio del Castillo, Valdés Leal, Corrado Giaquinto y Francisco de Goya entre otros.

Cuatro de los artistas presentes en la donación actual: Felipe Pablo de San Leocadio (hacia 1480-1547), Pedro de Campaña (1503-hacia 1580), Francisco López Caro (1598-1661) y Francisco Barrera (1595-1658) eran inéditos en el Prado, siendo particularmente reseñable la incorporación de las exquisitas pinturas del flamenco afincado en Sevilla Pieter van Kempeneer (castellanizado Pedro de Campaña): Camino del Calvario -imagen superior- y Descendimiento, por su decisiva contribución al desarrollo de la pintura española del Renacimiento.

También destacan los tres óleos sobre lienzo de Zurbarán (1598-1664), titulados Inmaculada Concepción, Inmaculada Niña y el hamletiano San Francisco en Oración -imagen inferior-, que permiten al Museo Nacional del Prado de Madrid zanjar, por fin, su deuda con el pintor extremeño.

Por otro lado, la donación de Toros de Burdeos de Goya (1746-1828), unidos a la donación previa del mismo Arango de los Caprichos, culmina la magnífica colección de la obra impresa del aragonés en el Prado.