UNA OBRA DE LOS HERMANOS MORA EN EL BIRMINGHAM MUSEUM OF ART
02/11/2016
El Museo de Arte de Birmingham ha adquirido recientemente para su colección esta pequeña escultura (mide 46 cm de altura) que representa a Santa Margarita de Cortona (Laviano, 1247 - Cortona, 1297), patrona de los penitentes. La santa italiana vivió una azarosa existencia en la segunda mitad del siglo XIII: a los 17 años se escapó de su hogar -donde era muy infeliz por su madrastra- con un joven y adinerado terrateniente, que fue su amante durante muchos años. Una mañana su pareja fue brutalmente asesinada; Margarita entonces decidió dedicarse enteramente a Cristo, ingresando en la tercera orden franciscana y volcándose en el cuidado de los pobres y de los enfermos, para lo cual fundó un hospital y una hermandad encargada de su dirección. La escultura es de origen español y muestra a Santa Margarita sosteniendo y observando un crucifijo como símbolo de su penitencia. Su dolor mientras mira la figura clavada en la cruz -transmitido a través de las cejas levantadas, los párpados caídos, la boca ligeramente abierta y la cabeza inclinada- parece compartir el sufrimiento que padeció Cristo por la salvación de la humanidad. Labrada en torno a 1700-1720, esta efigie ha sido atribuida por los expertos a los hermanos José de Mora (Baza, 1642 - Granada, 1724) y Diego de Mora (Granada, 1658-1729), figuras principales de la Escuela Granadina de Escultura junto a su padre Bernardo de Mora, fundador del taller familiar de imaginería tras formarse junto a Alonso Cano y Pedro de Mena. Bernardo tenía otros dos hijos escultores: Raimundo y Cecilio. Los Mora, al igual que la mayoría de los imagineros españoles de su tiempo, destacaron por el extraordinario realismo que plasmaban en sus obras. Entre los elementos postizos que utilizaban se encuentran las lágrimas de resina, hueso para los dientes y las uñas, vidrio para los globos oculares y cabello natural para las pestañas. Sus obras, como la santa de Cortona, estaban destinadas a la contemplación -conventual, en este caso- y tenían por objeto evocar una reacción empática en los fieles, lo que lograban gracias a su elevado realismo. La escultura es de madera policromada y fue vendida este mismo año 2016 por la Galería Coll & Cortés, que recientemente se ha fusionado con Colnaghi, teniendo sedes en Londres y Madrid. Su venta tuvo lugar al ser expuesta el pasado mes de enero por la firma londinense Carlton Hobbs, especializada en antigüedades; para lo cual contó con la colaboración de la Galería Tomasso Brothers así como de Colnaghi. |
Jorge Coll y Nicolás Cortés (Coll & Cortés) han adquirido también la imagen de Santa María del Buen Fin (165 cm) que, según la tradición, recibía culto desde 1769 en el palacio de los Topete del municipio gaditano de Villamartín. Se trata de una obra de madurez de Lorenzo Mercadante de Bretaña, activo en Sevilla durante la segunda mitad del siglo XV. Cuando fotografiamos la escultura en su anterior emplazamiento, en octubre de 2008 (ver enlace), presentaba un estado de conservación lamentable. La reciente restauración a la que ha sido sometida le ha devuelto su prestancia e incluso ha sacado a la luz vestigios de la policromía original del siglo XV, la cual fue cercenada al ser repolicromada en el siglo XVIII siguiendo los dictados del momento. Dicha policromía tardobarroca, no obstante, sufrió daños en un incendio fortuito, cuyas huellas de ampollas y hollín eran claramente visibles en la obra hasta esta última intervención. Ha sido expuesta el pasado mes de octubre en el Park Avenue Armory con motivo de la Tefaf New York Fall. |
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