Concebido para el culto doméstico, este pequeño grupo en terracota policromada representa a la Sagrada familia de Nazaret en un momento próximo al nacimiento de Jesús. Eludiendo un carácter narrativo o meramente costumbrista del pasaje evangélico, se presenta una visión simplificada de la tradicional iconografía de la parentela de Cristo, remarcando la carga simbólica y trascendental del nacimiento del Mesías.

Desplegando una marcada composición triangular que encuentra sus vértices en las figuras de José y María, la indumentaria de ambos contribuye, a base de dinámicos plegados en diagonal, a centrar la atención sobre la pequeña figura del infante, donde varias de estas líneas encuentran su punto de fuga. Jesús se encuentra sostenido por la figura materna, mostrando en su mano izquierda una manzana.

El pequeño fruto alude claramente al relato de Adán y Eva que figura en el libro del Génesis y a la interpretación prefigurativa que del mismo se puede hacer respecto de la venida de Cristo. El pequeño niño se nos presenta triunfante como el "nuevo Adán, mientras la Virgen, asumiendo y participando del plan de la salvación, se convierte en la "nueva Eva". Por su parte, la figura del bendito patriarca aparece genuflexa frente a la tierna estampa maternal, que contempla con asombro y devoción.

El conjunto, destinado a una colección particular de Málaga, cuenta con unas dimensiones de 32 cm de altura total (en el caso la Virgen sedente). Ha sido modelado en barro, cocido y posteriormente policromado al óleo, empleando encarnaciones a pulimento de acabado satinado y colores planos en las vestimentas, matizados con luces y sombras en la misma gama cromática. Las tres figuras presentan ojos de vidrio de fabricación antigua.