Se trata de la talla de San Francisco de Asís que el escultor rondeño acaba de realizar para la cofradía sevillana de la Vera Cruz. Con una altura de 150 cm, ha sido labrada en madera de cedro, policromada, dorada y estofada. La espléndida decoración del santo, realizada a base de rocalla, tornapuntas y festones de flores, sigue el estilo del retablo del XVIII donde se ubica en el templo del Dulce Nombre de Jesús, restaurado hace poco.

Detalle curioso y entrañable es el crucifijo que porta en su mano izquierda, ya que es una réplica, en pequeño formato, del titular de la cofradía: el Cristo de la Vera Cruz, una obra realizada en torno al año 1500 por un seguidor de Pedro Millán, que Pérez Rojas, afincado en Sevilla, reproduce con fidelidad. El nimbo del santo lo ha cincelado en plata de ley el orfebre Joaquín Ossorio, y sigue también la estética rocalla del conjunto.