La talla de la Virgen de las Angustias del municipio salmantino de Béjar ha sido objeto de diversos estudios y de una exhaustiva restauración durante los últimos siete meses en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (CCRBC), fruto de la colaboración entre la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, la Parroquia de Santa María la Mayor y la Hermandad de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de las Angustias de Béjar, lo que ha permitido devolver al conjunto escultórico su estética originaria.

La colaboración entre la Comunidad Autónoma, la parroquia y la hermandad que dan culto a la imagen de Nuestra Señora de las Angustias, se enmarca dentro del Programa de la Semana Santa que se viene realizando desde 1998 en Castilla y León. Los estudios y la restauración han contado con un equipo multidisciplinar del CCRBC, entidad dependiente de la Consejería de Cultura y Turismo. 

La imagen recibe culto durante todo el año en la Parroquia de Santa María la Mayor de Béjar y forma parte de las procesiones en la celebración de la Semana Santa bejarana. Este valor devocional y cultual es de gran relevancia a la hora de establecer criterios de intervención en este tipo de imágenes.

La Virgen de las Angustias es una talla policromada que representa una iconografía reconocida popularmente como la Piedad, recreando el momento en que María recibe el cuerpo de Jesús en su regazo después de ser descendido de la cruz. A fecha de hoy se desconoce su autoría, pero atendiendo al estilo y a su técnica se puede encuadrar en la primera mitad del siglo XVIII. De magnífica factura, posee un detallado estudio de paños y de anatomía que, sin lugar a dudas, bebe de los modelos creados por el insigne escultor e imaginero Luis Salvador Carmona. Además, la imagen tiene la particularidad de ser una escultura abridera de carácter eucarístico, ya que el pecho del Cristo es un sagrario para alojar el Santísimo Sacramento.

La talla en madera de pino presentaba una serie de deterioros, unos derivados de los procesos de envejecimiento de los materiales y de la técnica de ejecución por parte del imaginero, y otros derivados de la continua manipulación y carácter devocional de la obra. Gracias a las radiografías realizadas y a su estudio, se ha podido determinar el sistema de encolado y unión de las diferentes piezas que conforman el bloque inicial de madera del que partió el escultor. Contaba con numerosas grietas abiertas y con múltiples desajustes y reparaciones desafortunadas de elementos que afectaban a la correcta comprensión estética de la misma. Todos estos deterioros se han podido restaurar devolviendo al conjunto la lectura estética original.

Asimismo, la imagen presentaba multitud de repintes antiguos que intentaban enmascarar deterioros y que han sido eliminados, sacando a la luz toda la policromía original de la Virgen de las Angustias. Durante el proceso de intervención se ha tenido en cuenta el marcado carácter devocional a la hora de recuperar cromáticamente el conjunto, realizando una reintegración muy ajustada pero respetando el devenir histórico de la misma.

Para finalizar la restauración de la obra se ha diseñado una base que tiene una doble finalidad. Por un lado la de realzar los valores estéticos la escultura. Por otro tiene una finalidad de conservación preventiva que es la adecuada manipulación en sus traslados a las andas procesionales.

Como en todas las intervenciones realizadas en el CCRBC, en este tipo de obras se pretende no solo el estudio y conocimiento del patrimonio en su estricto aspecto material, sino que además se intenta conocer los valores inmateriales y devocionales que lo sustentan. Para ello se realiza una labor de concienciación en materia de conservación preventiva en las personas responsables e instituciones titulares del patrimonio cultural.