Se trata, por un lado, de los dos últimos relieves que vienen a culminar la renovación de las cartelas del paso del Nazareno de la cofradía hispalense de La O. Dichos trabajos representan el escudo de dicha corporación de penitencia y la escena de la Flagelación, ubicados en los respiraderos delantero y trasero respectivamente. Con ellos finaliza el trabajo de los ocho nuevos relieves, iniciados en 2012 y en el que se ha procurado realizar un trabajo de gran minuciosidad de detalle tanto en el modelado, la talla, el estofado y la policromía.

Las escenas que representan los relieves por todo el programa iconográfico están bastante ilustradas y poseen gran cantidad de personajes, elementos arquitectónicos y paisajísticos, combinando continuamente recursos como la perspectiva, el uso del color, diferentes niveles para conseguir representar la sensación de diferentes planos de profundidad, etcétera. Siendo consciente que, durante la estación de penitencia, no es posible observar este tipo de imaginería decorativa con detalle, es un trabajo realizado con un acabado inusual en las cartelas de cualquier paso y cuidado hasta el límite para que sea apreciado detenidamente, si se tiene ocasión.

Por otro lado, además de los relieves, se han realizado cuatro nuevos bustos de ángeles querubines que vienen a sustituir a los anteriores situados en los laterales del canasto con la idea de dotar al paso de un conjunto de imaginería decorativa más armonioso y de calidad. Técnicamente, están realizados tallados en madera de cedro dorada en oro fino, estofados al temple de huevo y policromados al óleo.

Dichos ángeles se han realizado mediante un tratamiento más naturalista de lo habitual en este tipo de temática infantil: cada uno tiene su propia personalidad y transmite un sentimiento o gesto distinto, propios en cualquier caso de la niñez (felicidad, disgusto, incredulidad, frustración), incorporando rasgos tanto femeninos como masculinos y procurando representar gestualidades menos amuñecadas y más inmersas en el naturalismo.