Con motivo de las actuaciones de conservación del patrimonio de la Parroquia de San Ildefonso y Santiago de la capital hispalense, os presentamos la intervención de conservación y restauración llevada a cabo sobre el pequeño conjunto de la Piedad (59 cm) atribuido al escultor Cristóbal Ramos (siglo XVIII), representando a la Santísima Virgen María, sosteniendo en sus brazos el cuerpo yacente de Jesús, acompañado por dos querubines que lloran la muerte del Señor, portando los atributos propios de la Pasión.

Los criterios de conservación y restauración de esta valiosa pieza tenían como objetivo la devolución de su aspecto más cercano al original, potenciar la valía artística, el correcto mantenimiento y lectura de la misma, con el fin de que todo el conjunto recuperase un estado óptimo de conservación, así como garantizar su perdurabilidad en el tiempo como documento devocional, cultural, histórico y artístico.

Cabe destacar, especialmente, el lamentable estado que presentaba la imagen del Cristo yacente, cuyos ensambles se habían abierto y, en algunos casos, reparados burdamente, con adhesivos en las uniones sobre la policromía, añadidos de estucos y pastas, y multitud de levantamientos y desprendimientos, tanto a nivel de soporte como de película pictórica en la cabeza.

Nuestra intervención ha consistido, por un lado, en la eliminación de todos los repintes aplicados con posterioridad a su ejecución, tanto en el conjunto escultórico como en la base del mismo, donde toda la cenefa superior de oro había sido repintada; la limpieza y recuperación de la policromía original de ambas imágenes, devolviendo a la del Cristo el cromatismo del paño, que había sido lijado y repintado hasta en tres ocasiones; y la eliminación de todas las sustancias y restos de materiales que se habían introducido en el Cristo y en los afligidos querubines para la sujeción de las potencias y la corona, respectivamente.

También se han fijado y recompuesto todas las uniones en las que, anteriormente, se habían aplicado estuco. Asimismo, se han repuesto dos lágrimas faltantes en la imagen de la Virgen y se ha vuelto a colocar uno de los ángeles en su posición original, colocándose en un primer término del conjunto.

Por último, se han eliminado añadidos sobre el monte, procediendo a la reposición de la capa de estuco sobre las pérdidas del conjunto, la reintegración cromática y el barnizado final de protección.