La imagen procesional de Nuestra Señora del Carmen, perteneciente al convento sevillano del Santo Ángel, acaba de ser restaurada en el taller del escultor e imaginero cordobés Francisco Romero Zafra. Se trata de una obra en madera policromada para vestir, fechable en el siglo XVIII.

La intervención, que ha tenido como objetivo primordial la recuperación de la policromía de la imagen, se ha saldado con un resultado muy positivo, ya que, en palabras de Francisco Romero Zafra a La Hornacina, "se ha recuperado un 99% de la encarnadura original de la Virgen, algo menos en la pequeña talla del Niño, aunque en este caso las pérdidas más importantes se encontraban en la zona de las manos".

Tras recuperar la policromía, para lo cual se han tenido que retirar numerosas capas de repintes y añadidos, el escultor ha reintegrado las lagunas pictóricas de la efigie -las cejas primitivas de la Virgen, perdidas en un 40%, han sido completadas siguiendo escrupulosamente el trazado original-, ha aplicado una suave pátina y ha colocado nuevas pestañas de pelo natural en los párpados superiores de la Señora.

Como ya hemos apuntado, la Virgen del Carmen es pieza dieciochesca, probablemente de escuela sevillana. La talla extraordinaria del Niño, sin embargo, según la opinión de Juan Dobado, prior del convento carmelita, podría ser de origen italiano y de la misma época, aunque no se correspondería con la imagen mariana.