PRÓXIMA EXPOSICIÓN DEL ESCULTOR SEBASTIÁN SANTOS ROJAS EN SEVILLA

22/09/2020


 

 
 
Jesús Nazareno (Huelva)
Foto: David Infante Ramos

 

Responsables de la Casa de la Provincia de la Diputación de Sevilla y de la hermandad hispalense del Cerro del Águila trabajan estos días conjuntamente en la preparación de una magna exposición sobre la figura del célebre escultor andaluz Sebastián Santos Rojas (Higuera de la Sierra, Huelva, 1895 - Sevilla, 1977) y su destacada producción artística, una de las mejores del pasado siglo XX dentro del ámbito de la imaginería sacra, con motivo de la celebración del 125 aniversario de su nacimiento.

La exposición se enmarca dentro de las actividades culturales con las que la Hermandad del Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono, Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Nuestra Señora de los Dolores Coronada del Cerro del Águila tiene previsto conmemorar su 75 aniversario fundacional y formará parte de la programación cultural prevista en la Casa de la Provincia de la Diputación para el año 2021.

Será entre la primera semana de febrero y los primeros días de abril, coincidiendo también con la Semana Santa, cuando el público podrá visitar la muestra y apreciar la obra de este artista onubense afincado en Sevilla, uno de los exponentes más importantes de la imaginería religiosa andaluza contemporánea.

Estrechos vínculos existen entre la Diputación de Sevilla y la Hermandad del Cerro de Águila, pues en los inicios de la década de 1980 la institución provincial cede a la cofradía de penitencia su titular cristífero, que hoy lleva la advocación del Desamparo y Abandono, un crucificado del primer tercio del siglo XVII que estaba depositado en el templo de San Gil, aunque procedía del de San Luis de los Franceses.

La vocación escultórica de Sebastián Santos Rojas se despierta con tan sólo ocho años de edad, cuando según sus familiares empieza a modelar en barro las imágenes veneradas en la Parroquia de San Sebastián y en la Ermita del Cristo del Rosario, ambas en su localidad natal.

En 1919 marchó a Sevilla, donde, tras cursar sus estudios escolares y hacer el servicio militar, comienza su aprendizaje artístico en la Escuela de Artes y Oficios, teniendo como maestros, entre otros, al pintor Gonzalo Bilbao y al escultor Francisco Marco Díaz-Pintado. Tras compaginar esa enseñanza con el estudio práctico, en el obrador del ceramista Pedro Navia, abre taller propio en la calle Castelar.

 

 
 
Virgen de los Dolores del Cerro del Águila (Sevilla)
Foto: Álvaro Muñoz

 

Desde La Hornacina hemos catalogado siempre a Sebastián Santos como el imaginero andaluz del siglo XX que más y mejor supo captar las esencias de los maestros de la escultura sevillana del seiscientos, en especial la profunda unción sagrada de las creaciones de Juan Martínez Montañés, dinamizándola con el arrebatado patetismo impuesto por su discípulo Juan de Mesa y Velasco sin traicionar su plástica personal, cuya sencilla espiritualidad se halla muy acorde con los postulados del maestro de Alcalá la Real.

También hemos insistido en que una de sus mayores virtudes consistió en dotar a sus obras de una asombrosa especialización a la hora de conmover el alma humana, cautivando la ternura del espectador al contemplar los rasgos propios de quien imprime en sus imágenes una mística y emocionada concepción de la divinidad.

Especializado, como hemos dicho, en obras de imaginería religiosa, las esculturas de Sebastián Santos Rojas pueden contemplarse en los templos y en las procesiones de muchas ciudades andaluzas, aunque también trabajó para otras zonas del país como Extremadura o Madrid.

La fama de sus dolorosas sevillanas lo ha catalogado erróneamente como un imaginero especializado en las representaciones de la Virgen María, pero fueron también numerosas sus creaciones de cristos y santos, entre otras muchas iconografías. También restauró, muchas veces en profundidad, veneradas efigies andaluzas del entorno de Andalucía Occidental, para el que igualmente reprodujo varias tallas destruidas en 1936.

Entre sus obras en Sevilla podemos citar, entre otras, el Sagrado Corazón de Jesús del templo de San Esteban (1929), la Dolorosa de la Concepción de la Hermandad del Silencio (1950), el Cristo de la Sagrada Cena (1955), la Virgen de los Dolores de la Cofradía del Cerro del Águila (1955) o el Simón Cirineo de la Archicofradía de Jesús de la Pasión (1971), una figura que actualmente no procesiona.

Fuera de la capital hispalense podemos destacar el Jesús Nazareno de Huelva (1950), el Buen Pastor de Ronda (1953), la Virgen del Socorro de Alcalá de Guadaíra (1940), el San Sebastián de Higuera de la Sierra (1941), la Virgen de los Dolores de Algámitas (1954), la Virgen del Sagrado Corazón de Morón de la Frontera (1948) y los crucificados de la Plaza en Aracena (1945) y del Perdón en Pizarra (1944).

 

 
 
Virgen de la Misericordia (Jerez de la Frontera)
Foto: Juan Antonio García Delgado

 

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