EL HISTORIADOR SALVADOR GUIJO ATRIBUYE A BLAS MOLNER UNA DOLOROSA DE TRIANA

29/06/2022


 

 

Se trata de una obra que se encuentra en la sacristía del convento de la orden femenina de las mínimas de Nuestra Señora de Consolación de Triana en Sevilla, de la segunda mitad del siglo XVIII, y que no había sido relacionada con ningún artista hasta el momento. La atribución ha sido recogida en el último número de la revista Philostrato, editada por el Instituto Moll.

Esta escultura de madera policromada representa a la Virgen de los Dolores arrodillada sobre un cojín adornado con borlas barrocas y una sencilla peana rectangular, dorada en oro fino en sus cantos y marmoleada su calle interior en tonos verdes y naranjas. Completa su iconografía, una corona de plata y un corazón del mismo material traspasado por el puñal sobre el pecho, que contribuyen a aumentar la magnificencia de la pieza. Se dispone dentro de una vitrina realizada en caoba de buena factura.

Su policromía no parece haber sido alterada, conservando las tonalidades propias de las imágenes de Molner. Por sus particularidades, Salvador Guijo la relaciona con la Virgen de la Soledad que procede de la antigua iglesia de la Victoria del convento de San Francisco de Paula, de la Orden de los Mínimos, en Morón de la Frontera (Sevilla). Tras la desamortización, la talla paso a manos de una colección particular de la misma localidad, donde se encuentra en la actualidad.

Esos mismos rasgos, según Guijo, también se encuentran en la imagen cordobesa documentada de la Piedad del municipio cordobés de Lucena, la Virgen de los Dolores de la Congregación de Servitas lucentinos.

 

 

Por otro lado, Salvador Guijo la relaciona con otras piezas no marianas como son el San Elías o el San Joaquín de las iglesias de la Limpia Concepción de Nuestra Señora de Écija (Sevilla), y de San Andrés de la capital hispalense. Este esquema se repite en el San Juan Nepomuceno de la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de La Orotava. La fisionomía del autor, en la que subyacen elementos sevillanos y granadinos con cierta raigambre de lo valenciano, es fácil de advertir en las obras que hemos mencionado.

Blas Molner y Zamora (Valencia, 1737 - Sevilla, 1812) fue un escultor valenciano con taller propio, afincado en Sevilla durante la última etapa del periodo barroco. De hecho, fue uno de los más destacados escultores del Setecientos sevillano, junto a Duque Cornejo, Montes de Oca, Benito Hita y Cristóbal Ramos.

Discípulo de Tomás Llorens, posteriormente, el artista parece que complementó este aprendizaje en el seno de la academia de Santa Bárbara. Una vez establecido en Sevilla, participó en el establecimiento de la Real Escuela de las Tres Nobles Artes. En ella y en centros educativos afines desplegó una meritoria actividad docente.

La producción artística de Blas Molner se localizó sobre todo en Sevilla, posicionándose igualmente por la provincia. Los negocios mercantiles emprendidos por el autor, justifican también que trabajos suyos fueran destinados a otras provincias como Huelva, Cádiz, Córdoba, Badajoz, Navarra y Santa Cruz de Tenerife.

 

 

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