ATRIBUIDA AL ESCULTOR JORGE FERNÁNDEZ UNA TALLA DE LA PIEDAD EN SEVILLA

17/01/2024


 

 

El investigador Jesús López Vivero ha atribuido al escultor Jorge Fernández la poco conocida Piedad de talla completa que actualmente recibe culto en la nave del evangelio, en el altar de los mártires cristianos, de la basílica sevillana de María Auxiliadora, antiguo convento trinitario dedicado a las santas Justa y Rufina.

La atribución a Jorge Fernández, cuya obra ha sido objeto de estudio por López Vivero en varias ocasiones, se basa en las semejanzas formales y estilísticas que muestra con otras creaciones del escultor, sobre todo el grupo escultórico de la Quinta Angustia (hacia 1500) que se venera en la Iglesia del Carmen de Écija.

Para el investigador, es tal el parecido entre los dos simulacros de María con Jesús muerto en su regazo, que, aunque ninguno sea una copia como tal del otro, el autor del Santísimo Cristo de la Amargura de Carmona podría haber utilizado el mismo modelo escultórico de cara a la ejecución de ambos.

Según Emilio Ramírez, docente de la Casa Salesiana, la Piedad (conocida siempre en el templo como Virgen de los Dolores) era una obra de autor desconocido hasta la presente atribución, cuya cronología se suponía a principios del siglo XVI. Esta fecha coincide con la actividad artística de Jorge Fernández, documentado en Sevilla durante el primer tercio del quinientos.

La iglesia de la Trinidad, del antiguo convento de trinitarios calzados, será, desde julio de 1892, la utilizada por los salesianos de Don Bosco para sus jóvenes del Oratorio Festivo. Instalada la comunidad salesiana desde enero de 1893 en el antiguo convento, posteriormente cuartel de artillería y más tarde seminario, será la iglesia que acoja las celebraciones de los alumnos de las Escuelas de Arte y Oficio.

Fue el historiador Fernando de la Villa quien documentó, en 1993, el citado crucificado de la Hermandad de la Amargura de Carmona, una imagen de 1521 que fue clave para el acercamiento serio en torno a la obra de Jorge Fernández, y revolucionó los estudios sobre el escultor y su época.

Para otro historiador, José Roda Peña, el preciso lugar de origen de Fernández sigue siendo una incógnita. Se le llamó durante mucho tiempo Jorge Fernández Alemán o El Alemán por una supuesta filiación germánica o centroeuropea. Procedente de Córdoba, donde había contraído matrimonio en 1504 con Constanza de Heredia, llegó a Sevilla cuatro años después para asentarse definitivamente (falleció en la ciudad en 1535) y trabajar en el ambicioso programa escultórico del retablo mayor de la catedral. Tal circunstancia contribuyó decisivamente al encumbramiento de este artista, situado al frente de un taller que desplegó una intensa actividad laboral, abarcando un mercado que desbordó con mucho los límites geográficos del antiguo reino de Sevilla.

En la producción de Jorge Fernández conviven los aires tardogóticos de su presumible formación junto a maestros de ascendencia nórdica, con cierta apertura a fórmulas de incipiente carácter renacentista.

 

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