Hasta el próximo domingo 20 de octubre puede visitarse esta exposición que, bajo el título Baratillo. Una corona de Piedad y Caridad, acogen las tres salas expositivas (Velázquez, Murillo y Vanguardia) de la sede sevillana de la Fundación Cajasol (acceso por Francisco Bruna, 1) con motivo de la reciente coronación canónica de una de sus titulares marianas, la Virgen de la Piedad. La muestra ha sido comisariada por Ignacio Sánchez Rico.

De entre las piezas expuestas destacan las estrenadas en 2024 a raíz del referido evento, caso de la diadema en oro de ley y brillantes del taller de orfebrería Hermanos Delgado (Sevilla), la cual sigue el diseño de la primitiva de metal dorado (anónimo, 1931) que lució la Virgen de la Piedad en 1945, con motivo de su presentación y bendición, y que fue donada por el autor de las dos dolorosas del Baratillo, el escultor e imaginero sevillano José Manuel Rodríguez Fernández-Andes.

El manto, diseño de Javier Sánchez de los Reyes acorde con la estética de la diadema de oro, ha sido bordado por el taller de Jesús Rosado Borja en estilo decimonónico que reinterpreta en cierta medida el estilo del diseñador Antonio del Canto, con guardilla, cenefa perimetral y campo central. Toda su simbología alude al pasaje pasionista de la Piedad. Los bordados han sido realizados en oro a realce sobre un tejido base en terciopelo de algodón español azul índigo, con diversidad de técnicas e hilaturas en oro fino y con parte de los motivos internos de las cartelas al milanés. Igualmente, se han utilizado distintas técnicas de puntos, tejidos y gran profusión de cartulinas y hojillas. En los bordados de los motivos florales se ha buscado crear las mismas con diferentes técnicas, repitiendo solo las parejas, pudiéndose apreciar claramente en las rosas donde cada pareja es diferente a sus homónimas.

El guion de la coronación es una obra diseñada por Gonzalo Navarro que cuenta con bordados en oro fino sobre tisú de plata y malla por el taller Santa Clara, y asta en plata de ley del taller de orfebrería Ramón León. También se exhiben el nuevo puñal, obra en plata de ley sobredorada de Joyería Carrión con diseño de Manuel Chacón Barrau y Amparo Castilla Cordón, y otras piezas utilizadas en los actos de la coronación canónica, como la corona de espinas realizada en acacia natural policromada por Daniel Oller.

Mención especial merece el cartel de la coronación canónica, una obra de la pintora Isabel Sola que ha sido compuesta a través de bocetos realizados con pintura digital y está elaborada sobre tabla, trabajada sobre una base de tintas y pinturas acrílicas y desarrollada finalmente con técnica al óleo. Gran parte de su composición la ocupa un retrato del grupo escultórico de la Piedad, frente a un cielo nocturno y estrellado repleto de ángeles, que acoge también los dos escenarios principales del evento: la Capilla del Baratillo y la Catedral de Sevilla.

Junto a los estrenos podemos admirar en la exposición, comisariada por Ignacio Sánchez Rico, piezas clásicas pertenecientes al patrimonio de la Hermandad del Baratillo, como el cuadro fundacional de la Piedad, atribuido al pintor Sebastián Millán (hacia 1700), seguidor de Murillo. Se trata de un óleo sobre lienzo con bastidor de madera cuyas dimensiones son 258 x 155 cm. Está terminado en su parte superior con forma de arco de medio punto para encajar en el altar mayor, que realizó el maestro Juan Fernández de la Iglesia.

También se exhibe la obra Cristo de la Púrpura, pintura anónima de finales del siglo XVII o principios del XVIII que representa a Cristo recogiendo sus vestiduras después de ser flagelado. Hablamos igualmente de un óleo sobre lienzo con bastidor de madera, en este caso de 88 x 155 cm.

En el plano escultórico podemos mencionar las tallas en madera policromada al óleo de la Virgen de Belén, un busto del siglo XVIII atribuido al célebre escultor e imaginero sevillano barroco Benito de Hita y Castillo, y el Cristo crucificado de tamaño inferior del natural, obra anónima del siglo XVII.

Una pieza que llama especialmente la atención del público visitante es la magnífica guitarra ornamental (1979) en plata de ley repujada y cincelada, regalo del Ayuntamiento de Sevilla al cantautor local Francisco Palacios (El Pali) como homenaje de la ciudad a una amplia trayectoria consagrada al cante flamenco, en especial a las tradicionales sevillanas. Pieza cincelada por el taller Orfebrería Triana que muestra en el dorso un relieve con el palio del Baratillo a las puertas de la capilla.