RESTAURACIÓN DE LA VIRGEN DE LA ESTRELLA (SEVILLA) POR EL IAPH

26/01/2010


 

 

El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), entidad científica de la Consejería de Cultura, ha dado por finalizada la restauración de la imagen de la Virgen de la Estrella, titular de la Hermandad de la Estrella de Sevilla. Los trabajos se han realizado según el Proyecto de Conservación redactado por el Centro de Intervención del IAPH en febrero de 2009 y aprobado por el Cabildo General de Hermanos de la corporación trianera.

La metodología del IAPH en materia de intervención científica en el patrimonio mueble concede especial importancia a la investigación histórica, artística e iconográfica. Esta investigación pretende un mejor entendimiento de la historia material de los bienes para, entre otros extremos, avanzar respecto al conocimiento científico de los mismos y, en su caso, la adscripción a una determinada escuela o taller artístico.

Desde el punto de vista patrimonial, la imagen de la Virgen de la Estrella es obra de gran calidad. Como se indicará en la Memoria del Proyecto, la investigación desarrollada por los conservadores del patrimonio histórico del IAPH, permite establecer una atribución a la producción del taller artístico del matrimonio constituido por los escultores barrocos andaluces Luisa Ignacia Roldán (1652-1706) y Luis Antonio de los Arcos (1652-1711).

El proyecto realizado ha tenido carácter de intervención de conservación. La obra presentaba, como se indica en el Proyecto, problemas de conservación relacionados con intervenciones realizadas con anterioridad, especialmente la efectuada por el restaurador Francisco Peláez del Espino en el año 1977. El proyecto de restauración ha tenido una duración de 20 semanas y un coste de 22.726 euros.

El uso de técnicas de examen por imagen permitió constatar la existencia de un varilla roscada metálica que recorría el interior de la imagen desde la zona central superior de la cabeza hasta el candelero. Este elemento, introducido por Francisco Peláez del Espino en 1977 sin justificación alguna -como ha podido tener constancia el IAPH al actuar sobre otras piezas intervenidas por el mismo restaurador-, estaba produciendo una serie de tensiones en el conjunto de la escultura -especialmente visible en una fisura que recorría el cuello- que afectaban de forma negativa a su conservación y preservación futura.

La necesaria extracción de este perno, previa confirmación del daño que producía a la escultura, ha determinado una compleja actuación metodológica y operativa en la imagen. Hoy se puede afirmar que la intervención ha finalizado con todas las garantías de conservación.

Para lograr la extracción del perno con total seguridad, fueron imprescindibles diversos estudios previos que definieran la forma óptima de hacerlo determinándose utilizar la traza del plano de unión consecuencia de la apertura en el casquete que en su día realizó Peláez para introducir el elemento. Esta metodología garantizó la integridad patrimonial de la originalidad de la imagen. El corte en el casquete se llevó a cabo con bisturí y guiado por la imagen que ofrece una microcámara que se introduce en la talla. Este estudio endoscópico detecta asimismo la existencia de un elemento extraño -ya apuntado en las primeras radiografías realizadas con motivo del diagnóstico- que resultó ser un mal resuelto “ánodo de sacrificio”, una especie de placa de metal con alambre, que introduce Peláez bajo la creencia equivocada de que evitaría el óxido del hierro del perno.

Asimismo el perno o varilla presentaba un punto de desviación o quiebro en el sentido de la inclinación de la cabeza de la imagen que dificultaba considerablemente la retirada de la barra. Abierto el casquete fue posible cortar el perno liberándolo así de inclinación y poder a continuación sacarlo desde debajo del torso. Ya aliviada la talla de la barra de metal, se maciza el hueco con madera y se cierra el casquete, finalizando de este modo la actuación en soporte. Se había extraído un perno roscado de hierro de 92 cm y 10 mm de diámetro.

 

 

En soporte, además de la extracción del perno, se han sustituido el candelero -de metal por otro de madera- y el juego de brazos -con un nuevo sistema de articulaciones en manos, hombros y codos. La geometría corporal de la imagen se ha mantenido en todo momento con respecto a la otorgada por Peláez, puesto que se desconocen los datos relativos a la geometría previa a dicha intervención.

Junto a la intervención en el soporte y tras la realización de los correspondientes estudios de correspondencia de capas polícromas, se ha actuado también en la policromía, en dos fases principales: limpieza de la superficie polícroma -ligera, ya que la imagen no acumulaba grandes depósitos de suciedad- y reintegración cromática de lagunas. También se han corregido alteraciones como fisuras, desgastes y defectos de adhesión, y se han reparado multitud de pequeñas pérdidas de preparación y policromía.

En relación con lágrimas y pestañas (elementos incorporados en la década de los años 80 del siglo XX), se ha respetado la decisión de la Hermandad de la imagen de no sustituirlas.

La complejidad de la actuación ha girado en torno al interior de la imagen, los elementos menos visibles, pero de gran importancia en términos de conservación de la obra. Hay que destacar en este sentido, en cuanto a las pruebas diagnósticas realizadas, la utilidad de la radiografía, válida para averiguar o descubrir datos no visibles a simple vista referentes al soporte y a la policromía. Con esta prueba se pudo conocer la estructura interna de la imagen, la existencia de objetos metálicos -incluido el perno-, la posición exacta de clavos y alambres introducidos, etc. Asimismo la radiografía revela aspectos relacionados con la policromía.

En la Virgen de la Estrella se percibía claramente una masilla de relleno situada en una laguna en la zona posterior del cuello. Incluso las vetas de madera de la escultura, a modo de líneas en sentido vertical, arrojan datos relevantes gracias a las técnicas radiográficas. En el caso de la Estrella se aprecian líneas que recorren la imagen desde la zona superior hasta donde termina la placa radiográfica, de manera que se puede asegurar que no existe un corte transversal del embón estructural de la escultura.

La imagen se ha sometido también a un estudio con microendoscopia óptica durante el proceso para conocer el estado de conservación del perno de metal roscado y del interior del hueco de la cabeza.

La imagen con iluminación ultravioleta, además de otras técnicas como los análisis de laboratorio sobre las capas estratigráficas, composición y pigmentos y el estudio de correspondencias de capas polícromas, han aportado una exhaustiva información sobre la superficie polícroma, capas de barnices y repintes, fruto de las distintas intervenciones que ha tenido la imagen a lo largo de su historia. Por ejemplo, en la imagen con ultravioleta aparece el rostro y el cuello en un tono algo verdoso, más claro que el resto, lo cual nos está indicando una policromía en superficie de mayor antigüedad que el resto.

El desarrollo operativo del proyecto, de acuerdo con la metodología del IAPH ha estado supervisado y orientado, en todo momento, por una Comisión Mixta Paritaria, formada por miembros del IAPH y representantes de la Hermandad de la Estrella. La Comisión ha estado copresidida por el director del IAPH, Román Fernández-Baca, y el Hermano Mayor de la Hermandad, Manuel Domínguez del Barco. Para la realización del proyecto se ha contado con la infraestructura técnica y equipamiento científico específico del Centro de Intervención (Taller de Conservación de Escultura, Laboratorio de Medios Físicos de Examen y Departamento de Investigación Histórica), así como de los Laboratorios de Química y Biología, del Centro de Investigación y Análisis. En la ponencia técnica del proyecto participan el Jefe del Centro de Intervención en el Patrimonio Histórico, Lorenzo Pérez del Campo, la Jefa del Área de Tratamiento, Araceli Montero, y la Jefa del Departamento de Talleres, María del Mar González.

Los trabajos de investigación y operativos han sido desarrollados por un equipo multidisciplinar del Centro de Intervención especializado en conservación-restauración de patrimonio mueble en soporte de madera policromada, compuesto por la restauradora María Teresa Real Palma, las historiadoras del arte Eva Villanueva Romero y Carmen García Rosell, los técnicos en fotografía y radiología aplicada a la conservación del patrimonio Eugenio Fernández Ruiz y José Manuel Santos Madrid, la bióloga Marta Sameño Puerto, la química Lourdes Martín García y la ingeniera Auxiliadora Gómez Morón.

En la imagen superior, pueden ver una instantánea del acto de presentación de la restauración. En el centro, la Consejera de Cultura, Rosa Torres; a la derecha, ante micrófono, Fernández-Baca, Director del IAPH; a la izquierda, Hermano Mayor de la Estrella, Manuel Domínguez del Barco.

 

Fotografías de Eugenio Fernández

 

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