UN RETABLO RENACENTISTA DE JAUME FORNER VUELVE AL MONASTERIO DE SANTES CREUS
15/11/2024
El retablo en Feriarte 2021 Foto: Alberto Velasco |
El Real Monasterio de Santes Creus acogerá mañana sábado, a partir de las 17:00 horas, el acto de presentación del retablo de Santa Úrsula, obra de Jaume Forner (hacia 1530-1550) que la Generalitat de Cataluña ha adquirido para la Colección Nacional. El acto contará con la presencia de Joaquim Borràs, director general de Patrimonio Cultural; Marta Segarra, secretaria general del Archivo Bibliográfico de Santes Creus, y Alberto Velasco, doctor en Historia del Arte que pronunciará la conferencia "El retablo de Santa Úrsula de Jaume Forner: una obra recuperada para Santes Creus". El retablo de Santa Úrsula procede originariamente del Real Monasterio de Santes Creus, pero en la década de 1920 fue trasladado a la capilla de la granja cisterciense de la Tallada, donde estuvo hasta finales del siglo XX. El retorno de esta obra renacentista a su espacio original constituye un importante acto de restitución patrimonial que la Generalitat de Cataluña ha realizado de forma conjunta con el Archivo Bibliográfico de Santes Creus. Los propietarios de la masía de la Tallada, en el municipio de La Secuita (Tarragona), pusieron a la venta el retablo, que pasó a formar parte de una colección privada hasta que fue adquirido por la Generalitat de Catalunya. La obra adquirida es una pintura al óleo sobre tabla y sus medidas son 250 x 243 cm. Alberto Velasco destaca de la obra que se ha preservado de forma íntegra, con todos los elementos estructurales y decorativos, y que además tiene un buen estado de conservación. Velasco, autor de los informes preceptivos a la adquisición, expone cuál es la procedencia del retablo y al que puede atribuirse. Se trata del artista Jaume Forner, pintor activo en Perpiñán y Barcelona entre los años 1509 y 1559. Por todo ello, Forner es un pintor merecedor de ser incorporado a la historiografía sobre la pintura catalana de la época del Renacimiento. Además, la mesa que coronaba el retablo, y que fue reaprovechada en un retablo posterior, ha sido localizada y devuelta también a su emplazamiento original. De Forner se conservan muy pocas obras, en las que elabora figuras de apariencia rígida dentro de composiciones que remiten a la tradición tardogótica. Antes del regreso del retablo de Santa Úrsula a su sitio original, la pieza ha pasado por el Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC) para una limpieza y fijación de toda su estructura. Entre otras intervenciones se ha fijado la capa pictórica con colas animales, se ha eliminado el barniz amarilleado y se han saneado las grietas. |
Detalle de la tabla central con Santa Úrsula |
El retablo está dedicado a Santa Úrsula, que en la Corona de Aragón, durante la Edad Media y la época moderna, tuvo gran culto y devoción. La elección de las mujeres como personajes protagonistas, excepto Cristo y San Juan Evangelista, pone de relieve que fueron escogidas como modelos de virtud. El retablo de Santa Úrsula se estructura en tres secciones verticales, una predela o bancal y un remate con un Calvario y luneta en forma de concha encima. La mesa central está protagonizada por la imagen de Santa Úrsula, representada de cuerpo entero, y un donante arrodillado. En las tablas laterales, con dos compartimentos cada una, se representan escenas narrativas de la vida de la santa. La predela, que presenta tres compartimentos, está presidida por un Cristo de Piedad (Imago Pietatis) flanqueado por la Virgen María y San Juan Evangelista, y dos santas en cada uno de los dos compartimentos laterales. Una serie de elementos decorativos dorados, a modo de pilastras y frisos, hacen de tapajuntas entre las tablas y separan los elementos del retablo. El Real Monasterio de Santes Creus (Tarragona) nació en 1160 bajo el patrocinio de los linajes de los Montcada y de los Cervelló y del conde Ramon Berenguer IV. Los monjes, provenientes del monasterio occitano de la Gran Selva, encontraron en la orilla del río Gaià el emplazamiento idóneo para construir un monasterio que debía ser, hasta 1835, el centro de una de las señorías monásticas más extensas e influyentes de la Corona de Aragón. Santes Creus tuvo su momento de mayor esplendor en los siglos XIII y XIV gracias al favor del linaje real y la nobleza. Los reyes Pedro el Grande y Jaime II el Justo y su esposa Blanca de Anjou lo escogieron como panteón y se convirtieron en protectores y mecenas activos. Sus restos reposan en la iglesia en dos monumentos funerarios, considerados obras primordiales del primer gótico catalán y los únicos que nos han llegado intactos de reyes de la Corona de Aragón. La planta del monasterio sigue, como pocas abadías cistercienses, el modelo trazado por San Bernardo con el propósito de organizar los espacios en función de las necesidades de la comunidad. La austeridad propia de la orden queda reflejada en las primeras construcciones, como la iglesia. Pero pronto se impone el esplendor del gótico que caracteriza a espacios como el claustro del siglo XIV, el primero de estilo gótico de la Corona de Aragón, remarcable por la calidad artística de los capiteles y por acoger las tumbas de los linajes que participaron en la conquista de Mallorca. |
La tabla del Calvario no pasó a la masía de Tallada, sino que se quedó en el Monasterio de Santes Creus y se integró en la estructura del retablo barroco de la capilla de los Santos Juanes del cenobio. Foto: Ramón Maroto.
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FUENTES VELASCO GONZÁLEZ, Alberto. "El pintor Jaume Forner (doc. 1509-1559) i un retaule per al monestir de Santes Creus", en Passió per l'art d'alta època. Estudis en record de Jaume Barrachina Navarro (1951-2020), Peralada (Girona), Fundació Castell de Peralada, 2022, pp. 151 y 162. |
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