En su taller sevillano de la calle Don Pedro Niño, el escultor David Valenciano se encuentra actualmente realizando la restauración de dos valiosas tallas, procedentes del madrileño convento de la Anunciación, que se encontraban en un deplorable estado de conservación.

Una de ellas es un interesante San José de tamaño académico, anónimo del siglo XVII, que presentaba mutilaciones, desgastes, grietas y notables pérdidas de estofado. La intervención está dirigida a la reposición de los elementos perdidos, reintegración cromática y nuevo dorado en aquellas zonas donde sea necesario.

Un estado parecido padecía la magnífica talla del Crucificado, obra del círculo de Gregorio Fernández (siglo XVII). Guardado en las dependencias internas del cenobio, mostraba pérdidas en los dedos de las manos y los pies y en una de las puntas de la bífida barba, así como considerables roces y desconchones que han dejado visible la madera en algunas zonas. Todo ello está siendo restituido y reparado en una intervención que incluirá también el resanado de los ensambles y de la policromía de la pieza.

Entre los trabajos de nueva ejecución que se dispone a llevar a cabo Valenciano figura una efigie de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, a lomos de una borriquilla, para el municipio onubense de Linares de la Sierra.