La intervención ha durado un año y ha afectado a las imágenes de San Juan Evangelista y Santa María Magdalena del paso procesional del Descendimiento de Cristo, perteneciente a la Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias (en la fotografía). El misterio consta de seis figuras: la Virgen con el Hijo muerto en su regazo, los ladrones crucificados, y las imágenes de San Juan y la Magdalena.

Los trabajos de restauración han sido realizados por Sistemas Integrales de Restauración de la Fundación Gabarrón, a través de Andrés Alvarez, y han consistido en la desinsectación de las tallas, la limpieza a punta de bisturí, la eliminación de barnices y repintes, el sellado de numerosas grietas, la reintegración volumétrica, el estucado al nivel original y la entonación cromática de las faltas de policromía.

Las esculturas fueron labradas en madera policromada por el maestro escultor Gregorio Fernández entre los años 1616 y 1617, corriendo la policromía a cargo de Marcelo Martínez. Los aditamentos postizos, caso de los ojos de cristal, fueron realizados por Hervás García. Ambas imágenes permanecen en posición estante, flanqueando la pareja formada por la Virgen y el Cristo: San Juan Evangelista se muestra en actitud suplicante hacia el cielo, mientras Santa María Magdalena se retuerce sobre sí misma por el dolor de la muerte de Jesús.